lunes, 1 de junio de 2020

UN JUEGO PELIGROSO

                        Desde hacía ya mucho tiempo se habían disipado en España los fantasmas del golpismo, que ahora resurgen de nuevo a instancias precisamente de la Vicepresidencia primera del Gobierno y de su partido, UPodemos, de clara vocación por los llamados “gobiernos autoritarios” o “democracias populares o populistas” de extrema izquierda. Un juego peligroso por parte de los radicalismos extremos, ya sean de izquierdas o de derechas, tan dañinos unos como otros, que son los primeros interesados en que el golpismo tenga cabida en el debate y el ambiente político, cuando en España, se mire como se mire, ninguna de las circunstancias avala, hoy por hoy, la más mínima posibilidad de materializar un Golpe de Estado, ni de extrema izquierda ni de extrema derecha, por más que algunos se interesen en agitar los fantasmas del miedo aunque sólo sea para mantener contentas y radicalizadas a sus clientelas. En este contexto cabe enmarcar las acusaciones de golpismo por parte del radical Pablo Iglesias al radical Espinosa de los Monteros (léase de UPodemos a Vox) en plena sesión parlamentaria de la Comisión de Reconstrucción, reventándola tras el abandono de éste al decirle el Vicepresidente en sede parlamentaria que a Vox le gustaría dar “un golpe de Estado” mientras le acusaba de cobardía al añadir que si no lo dan es porque “no se atreven”. ¿Está incitando Podemos a Vox a que intente dar un golpe de Estado? Lo cierto es que, de momento, Iglesias, olvidando sus responsabilidades como Vicepresidente de Gobierno y situándose en el papel de líder populista radical de izquierdas, revienta en el Congreso la Comisión de la Reconstrucción acusando a Vox de golpista y culpando a los recortes del PP de los efectos de la pandemia…… y, ya se sabe, el golpismo siempre requiere como caldo de cultivo el deterioro de las instituciones democráticas y el malestar social y económico generalizado como sucede desgraciadamente en estos momentos en España, es decir, el famoso “cuanto peor, mejor”. Y por si no quedara claro, va posteriormente la Ministra Irene Montero, compañera de Iglesias, y acusa a PP y Vox (mejor matar dos pájaros de un tiro) de llevar “semanas llamando a la insubordinación del ejército” y de alentar “a la rebelión”. En fin acusaciones muy graves, más aún si las hacen miembros del Gobierno, que debieran tener cierta mesura por mera responsabilidad institucional, mientras los Vicepresidentes Calviño e Iglesias exhiben sus diferencias sobre los planes de reconstrucción, en este caso sobre la política fiscal. Y es que Iglesias, más en su papel de radical líder populista de izquierdas que en el de Vicepresidente del Gobierno, exhibe radicalismo extremo para no perder su sitio protagónico en el Ejecutivo frente a sectores moderados del mismo que minimizan su papel pues “lo suyo no es trabajar las medidas, es la propaganda” aunque reconocen que su extremismo beneficia a Sánchez porque así destaca su perfil más institucional….¡vamos, la estrategia del malo y el bueno!. Todo ello en plena crisis de la Abogacía del Estado donde, según se publica, miembros del cuerpo jurídico de élite relatan las presiones del Gobierno con frases como “alzas la voz y te cortan la cabeza”, “se lanza el mensaje de que al disidente se le purga y le quitan los complementos, hay miedo”, “las presiones han existido con todos los gobiernos, pero nunca con esta intensidad” ya que “se han atravesado todas las líneas rojas para seguir los designios del Gobierno”. Entretanto algunos barones, tanto..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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