Que el Ministro Marlasca
ha mentido en sede parlamentaria es una obviedad manifiesta, especialmente
desde que, filtrado o no, se publica una nota oficial interna de la Dirección
General de la Guardia Civil enviada al Secretario de Estado de Seguridad en la
que la Directora General, María Gámez, le propone “el cese del destino del
coronel Don Diego Pérez de los Cobos como Jefe de la Comandancia de Madrid por
pérdida de confianza de esta Dirección General y del Equipo de Dirección del
Ministerio del Interior por no informar del desarrollo de investigaciones y
actuaciones de la Guardia Civil en el marco operativo y de policía Judicial con
fines de conocimiento” (fin de la cita, que diría Rajoy). El ministro, ante el
escándalo por el cese de clara apariencia irregular, incluso antes de conocerse
la citada nota interna, manifiesta en sede parlamentaria y en los medios que
dicho cese nada tiene que ver con actuaciones relacionadas con el 8-M, cuyo
informe por parte de la Benemérita es igualmente filtrado a los medios, y
sostiene que el cese “es sencillamente una política normal de redistribución de
nuevos equipos”, “un cambio de equipos, un proceso natural de sustitución
basado en la confianza” y “no tiene ninguna otra razón” (fin de la cita).
Argumentos, más o menos discutibles, que, finalmente, saltan por los aires tras
conocerse el citado escrito interno, demostrando que el Ministro ha mentido
descaradamente, lo que avala una petición de dimisión o cese del mismo, como
sucedería en cualquiera de los países de la UE en caso similar, pues ministros
que mienten descaradamente y se les pilla con el carrito del helado no son
dignos de seguir detentando el cargo. Peor aún si además, en este caso, niega
expresamente cualquier injerencia o presión del Ministerio sobre el coronel, lo
que supondría, como se demuestra ahora, que al militar se le estaba pidiendo la
comisión de una ilegalidad ya que por expresa orden de la jueza le estaba
vedado informar, salvo a ella, de la investigación que, como Policía Judicial,
se estaba llevando a cabo, lo que sería susceptible de delitos graves por parte
de los responsables del Ministerio. Sin embargo, tras atrincherarse Marlaska en
el Senado, repitiendo que no piensa dimitir pese a la intolerable nota de su
subordinada, Sánchez le da además en el Congreso “todo su apoyo” pese a quedar demostradas sus
mentiras y las presiones desde el Ministerio al coronel, cesado de forma
fulminante por no someterse a la comisión de una ilegalidad, mientras la oposición
reclama su dimisión y los jueces denuncian su injerencia en una investigación.
Así Moncloa, insólitamente, arropa a Marlaska, que mintió en el Congreso y en
el Senado, mientras en la Benemérita, una de las instituciones mejor valoradas
por los españoles (salvo por secesionistas, nacionalistas y filoterroristas),
sostienen que “debe irse toda la cúpula para frenar el golpe”, pues Sánchez,
asumiendo el argumentario antisistema de Podemos en toda su plenitud, ya ve
“policía patriótica” en la Guardia Civil, que teme que el Gobierno les
desmilitarice. En efecto, Sánchez en el Congreso ya asume sin rubor alguno las
teorías de populistas e independentistas y asocia la destitución de Pérez de
los Cobos con las “cloacas” de Interior para salvar al Ministro, desacreditando
a la Benemérita pese a las evidencias documentales de que actuó de forma
correcta ante las presiones recibidas, mientras algunos ya acusan a la Guardia
Civil de usar ahora un “off the record” de Irene Montero sobre el 8-M (otro
asunto que no tiene desperdicio) para corregir errores del anterior informe
aunque manteniendo la tesis inicial. Por su parte...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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