Seguramente los partidos
políticos, todos ellos, consideran que somos idiotas y pretenden que nos
traguemos sus propuestas demagógicas cuando están en la oposición con la
intención de olvidarlas cuando llegan al gobierno. Serían infinitas las
propuestas demagógicas que podrían servir de ejemplo, pero la de una televisión
pública imparcial y objetiva, no controlada por el Ejecutivo, se lleva la
palma, pues RTVE (al igual que el resto de televisiones públicas territoriales)
es siempre objeto de crítica al Gobierno de turno por parte de la oposición,
sean del color que sean tanto el gobierno como la oposición, por su control
gubernamental manipulativo parcial y, a su vez, siempre es promesa de la
oposición de finiquitar dicho control cuando llegue al poder, para, una vez
conseguido, hacer exactamente lo mismo que el gobierno anterior. No extraña
pues que el nuevo gobierno de Sánchez vaya con RTVE a cuestas, teniendo que
afrontar incluso su primera crisis parlamentaria al intentar cederla a Pablo
Iglesias, provocando la oposición del PNV, uno de sus socios, a la designación
de Andrés Gil, un periodista de izquierdas sin experiencia en el medio, como
presidente del Ente, mientras los trabajadores del mismo denuncian un evidente
“pasteleo político” y están indignados al tratar Iglesias de llevar a la
presidencia a personas afines al partido. En efecto, los peneuvistas frustran
el intento de entregar RTVE a Podemos y desbarata el pacto para designar a Gil,
mientras la directora de “Publico”, también tanteada, desvela que Iglesias le
aseguró que el Ente dependería de su partido. Cabe preguntarse: ¿de qué
objetividad hablamos? La guerra en PSOE y sus socios por el control político de
RTVE está servida, pues PNV y ERC vetan al candidato pactado entre Sánchez e
Iglesias para presidir el ente, dejando de momento al actual presidente como
tal, tras el veto al candidato podemita. Y es que los coyunturales socios de
Sánchez para su investidura no dejan de exigirle el pago de favores por haberlo
investido, al extremo de que, fracasado el intento de nombrar a Andrés Gil, el
Presidente del Gobierno opta por dar más puestos al PNV y a Podemos en RTVE y
pide apoyo al soberanismo, cediendo uno de los tres puestos del PSOE a Podemos,
que logra tres, y concediendo uno al PNV, que no le corresponde, para sellar un
pacto y colocar a Tomás Fernando Flores en la presidencia, pero es ahora el
Congreso quien, por primera vez, tumba la nueva propuesta, mientras ERC exige
un referéndum pactado, imposible de conceder por parte del Ejecutivo ya que
carece de tamaña potestad, para desbloquear RTVE, provocando que finalmente
Sánchez decida negociar con el PP para lograr una mayoría parlamentaria sin los
soberanistas. El día que nuestros políticos entiendan que... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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