Sin lugar a dudas mucha
gente, muchos españoles, andan preocupados por la deriva que este débil
Gobierno de Sánchez parece estar dispuesto a tomar con el riesgo de regresar a
un caótico pasado en el que, como todos sabemos, estuvimos al borde del abismo
económico, sin crédito alguno en el exterior, con la prima de riesgo disparada,
sin podernos financiar, con la amenaza de una intervención como en Grecia y con
el empleo cayendo a pasos agigantados hasta cotas de paro totalmente
insoportables. Aunque ya algunos olvidaron aquella situación catastrófica
irrespirable, gracias a la incipiente salida de la crisis y la reversión de tan
escalofriantes datos, no son pocos quienes ahora temen regresar a la misma a
tenor de lo anunciado por Sánchez en su primera comparecencia en el Congreso
tras mes y medio de haber accedido a la Moncloa gracias a la moción de censura
apoyada por populistas, nacionalistas y secesionistas. En efecto, aunque sin
cifras concretas y en tono genérico, Sánchez anuncia más impuestos y más
Estatut en Cataluña, para resolver un incremento del gasto público, ya
desorbitado (no es cuestión de gastar más, sino mejor) y resolver el problema
catalán (cuando los secesionistas no quieren más autonomía sino la independencia
por vías ilegales). Y todo ello mezclado con milongas electoralistas e
incumplimiento de promesas y exigencias al Gobierno anterior cuando él estaba
en la oposición; dice, por ejemplo, que prohibirá por ley las amnistías
fiscales (no es decir nada, salvo que él no hará ninguna en lo que queda de
legislatura, ya que por ley el siguiente gobierno podría igualmente activarlas),
pero anuncia que no publicará la lista de defraudadores, que se acogieron a la
amnistía de Montoro, tal como prometió a los españoles e incluso exigió de
forma vehemente a Rajoy que lo hiciera (¿por qué no la publica si tanto lo
exigía al anterior gobierno?, se preguntan algunos mientras especulan si es que
en dicha lista también figuran destacados socialistas…). Entretanto sus
variopintos socios le amenazan con retirarle el apoyo si no negocia un
referéndum, que los secesionistas no quieren, y no abre una investigación sobre
el “caso Corinna”, mientras los empresarios, tanto los grandes como los
medianos y pequeños, alertan de que la subida de impuestos lastrará de nuevo la
economía y la creación de empleo. Y por si fuera poco, de reforma de la financiación
de las CCAA, nada de nada, aunque activará el plan de alivio de la deuda a las
más derrochadoras, como Cataluña y Valencia, dando así facilidades a las más
incumplidoras con el objetivo de déficit y provocando la lógica protesta de
quienes, como Galicia, cumplen con el mismo, al extremo de que Feijóo, con toda
la razón del mundo, le..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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