El problema de la
inmigración ilegal, que debiera ser asunto común de toda la UE, se está
convirtiendo en España, donde sigue creciendo a pasos agigantados, en uno de
los principales motivos de preocupación, ya que la masiva y continuada llegada
de inmigrantes desborda a los servicios de acogida españoles, pues el 38% de
los migrantes que actualmente llegan a Europa lo hacen a través de España. Dice
el alcalde José Ignacio Landaluce que “Algeciras se está convirtiendo en la
nueva Lampedusa” y vaticina que la llegada masiva de inmigrantes es alarmante e
irá a peor. Y es que, tras el giro en la política migratoria (hacia mayor
permisividad por parte de España y mayor restricción por parte de Italia) se
está generando máxima tensión en las fronteras, donde los migrantes actúan a la
desesperada y con mayor violencia para conseguir su objetivo de llegar al falso
y cínico paraíso europeo sea como sea. Mientras Macron y Sánchez sellan una
alianza para afrontar el desafío migratorio en la UE (única instancia que
podría suavizar esta tragedia), la realidad en España, vivida día a día, es la
llegada de inmigrantes por todos los medios a su alcance, como el salto masivo
en Ceuta de hace un par de días ahondando la crisis asistencial ya bastante
insoportable, admitiendo incluso el propio Gobierno que los servicios de
acogida se encuentran desbordados. En el citado asalto masivo más de 600
inmigrantes saltaron la valla ceutí con cal viva, excrementos, palos y
radiales, mientras otros 40.000 esperan su oportunidad en Marruecos, que
utilizaban contra los agentes encargados de vigilar dicha frontera, con lo que
la Cruz Roja se ve obligada a atender a 132 inmigrantes y a 22 agentes de la
Guardia Civil heridos mientras intentaban contenerlos. No en vano, los agentes
de la Guardia Civil que defienden la valla sostienen que “es imposible defender
así la frontera” mientras confirman la violencia ejercida el pasado jueves, al
extremo de que “hubo compañeros rodeados por diez inmigrantes”, muchos de
ellos, como ven, con actitud nada pacífica. Y mientras esta intolerable
situación se vive en la primera línea fronteriza, cada vez son más frecuentes
los desembarcos en las playas españolas, especialmente en la de Tarifa, donde
el último de los episodios consiste en unos cincuenta inmigrantes que viajando
en una zodiac procedente de Marruecos desembarcan y se mezclan con los bañistas
mientras se adentran en las dunas para huir de la policía….y es que sólo el 16%
de los inmigrantes rescatados en el Estrecho lo han sido por patrulleras del
país vecino, que sirve como plataforma de este trágico cáncer humanitario sin
que, al parecer, nadie haga nada para intentar curarlo, dejándolo al ineficaz
antojo de los diversos gobernantes de los países europeos ribereños del
Mediterráneo, con lo que las zonas más calientes del conflicto se.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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