lunes, 27 de noviembre de 2017

UNA CATALUÑA EURÓFOBA


                        Tras proclamar a los cuatro vientos, antes de la DUI, que la nueva e idílica República de Catalunya formaría inevitablemente parte de la UE y que, en contra de las advertencias de las autoridades europeas, Cataluña jamás saldría de la organización si se independizaba de España, ya que el “procés” tenía una indiscutible vocación europeísta, sale ahora el prófugo Puigdemont diciendo que la UE es “un club de países decadentes, obsolescentes”, en definitiva una organización “casposa”, por lo que, uniéndose a los eurófobos, plantea una consulta para irse de la UE. El hecho de que los líderes europeos (y cualquier demócrata sensato) hayan rechazado por unanimidad su totalitario proyecto les convierte en retrógrados, anticuados y enemigos de Cataluña con quienes no se puede ir ni a la vuelta de la esquina. Ahora no sólo le molesta España, sino también la UE, al igual que cualquiera que en el mundo mundial se oponga a sus delirantes designios y a su diabólico proyecto personal de cara a las elecciones (autonómicas, que no otra cosa) del 21-D, plasmado en una lista encabezada y elaborada por él mismo, que trasciende a su propio partido, PDeCAT (antigua CDC de Pujol y compañía), bajo las siglas Junts per Catalunya, con el claro objetivo de que, pierda o gane las elecciones frente a ERC, sus recientes socios de Junts pel Sí, que no han querido seguir asociados con él, así como el resto del mundo soberanista deberán proclamarle a él como el nuevo President ya que, según dice a los cuatro vientos, se autoconsidera como el legítimo Presidente de la inexistente República de Cataluña, eurófoba, próspera y moderna donde las haya. Entretanto, haciendo balance del mes de la DUI y de la intervención del Estado con el 155, Moncloa gestiona a los Mossos y a los funcionarios sin incidencias, mientras los soberanistas, excepto Puigdemont, cambian su unilateralidad por la “bilateralidad” al menos de cara a los comicios, y el Tribunal Supremo acumula todas las causas contra el independentismo por rebelión y la Audiencia Nacional sólo instruirá el caso de sedición del que se acusa a Trapero, el exjefe de los Mossos d´Esquadra, allanando así el Supremo la libertad del ex Govern y de los Jordis, siempre que, como Forcadell, éstos den muestras de no seguir delinquiendo y renuncien a la ilegal e ilegítima DUI. Y mientras Puigdemont, el mesías del 21-D, dibuja desde el “exilio” belga las líneas maestras de su personal estrategia electoral durante la presentación de su candidatura, basada en más populismo y más culto paternalista al líder, la Ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, dice “no quiero que mi hijo viva en una tierra en la que se inocula el odio”; Xavier Domenech, candidato de Cat-Comú asegura que... (sigue leyendo en

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