Como era de esperar la
juez Carmen Lamela de la Audiencia Nacional dicta orden de busca y captura del
prófugo Puigdemont y acuerda su prisión provisional tras negarse éste a
comparecer junto a cuatro de sus ex consellers ante la Justicia mientras que el
resto de su ex Govern ha tenido al menos la gallardía de dar la cara y acudir a
la cita de tan alto tribunal para que se esclarezcan las presuntas actividades
delictivas en las que puedan haber incurrido. Bélgica, destino actual de los
prófugos, ya ha recibido la orden de busca y captura del ex President de
Cataluña y de sus cuatro compañeros de fuga, como sucedería con cualquier otro
presunto delincuente huido de la Justicia, y se está a la espera de lo que
decidan los tribunales belgas para decidir en tiempo y forma el destino final
de semejantes personajes. Y, como era de esperar, Puigdemont, vista su
trayectoria totalitaria de desacatos a las sentencias de los tribunales de
justicia y del orden constitucional, prosigue con su esperpéntico espectáculo
en Bélgica y, postulándose como candidato en las próximas elecciones
autonómicas del 21-D “incluso desde el extranjero”, arremete contra el Estado
de Derecho español, se autoproclama como legítimo Presidente de la República catalana
y cuestiona la Justicia en España como argumento para sostener que está
dispuesto a someterse a la verdadera justicia, la belga, ya que la española lo
que pretende es la venganza. Para ello ya se ha puesto en manos del abogado
defensor de etarras Paul Bekaert para su defensa por el módico precio de entre
500 y 1000 euros la hora. Entretanto, otros cuatro jueces ven razones para que
los líderes de Omnium y ANC, conocidos como Los Jordis, sigan en prisión, y el
ex conseller Santi Vila queda en libertad tras abonar los 50.000 euros de
fianza impuestos por la juez. Y tras este grotesco espectáculo de dos días, los
fugados, con Puigdemont a la cabeza, deciden entregarse a la Justicia belga
antes de que ésta llegase a capturarle y, tras rechazar su traslado a España ante
la Fiscalía de Bruselas, el juez les deja en libertad condicional vigilada con
la obligación de permanecer en el país hasta resolver la orden de detención,
mientras sus abogados buscan todo tipo de argucias para demorarla al máximo y
que esta orden no sea llevada a cabo antes de las elecciones del 21-D.
Esperemos que, conocida la tramposa conducta del ex President y sus colegas
fugados, éste no escape de Bélgica al igual que ha hecho de España, donde le
espera saldar cuentas con la Justicia por los presuntos delitos cometidos. No
en vano.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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