Mientras el Gobierno
confirma la injerencia rusa en Cataluña (medios del Kremlin utilizaron miles de
cuentas de origen chavista) y mientras el Tribunal Supremo deja en libertad a
la Presidenta del Parlament de Cataluña tras pagar la ANC la fianza impuesta
por el juez, el soberanismo, desnortado y descabezado, protagoniza una
multitudinaria concentración por la excarcelación de los líderes catalanes,
para ellos “presos políticos”, que nadie reconoce como tales, por defender una
inexistente república (“simbólica”, según Forcadell), cuando se trata
simplemente de presuntos delincuentes en situación de prisión provisional
preventiva (como sucede a otros tantos imputados) a la espera del posterior
desarrollo procesal tras haber cometido presuntamente gravísimos delitos. Pero,
como en el ADN del independentismo totalitario está la mentira y la demagogia,
es inevitable este juego sucio de distorsionar la realidad para que la gente
vea lo que no es y crea en la entelequia soberanista, apelando a irracionales
argumentos sentimentaloides frente a razones objetivas, basadas en los hechos
reales y no en visionarias realidades virtuales. Así, los independentistas
totalitarios con medio Govern huido de la Justicia y el otro medio encarcelado,
con los líderes de sus asociaciones sociales (ANC y Omnium) presos (lo que no
ha impedido que en menos de doce horas los asambleístas hayan conseguido los
150.000 euros necesarios para dejar a Forcadell en libertad con cargos) y con
la Mesa del Parlament libre de momento tras pagar, como su presidenta, las
pertinentes fianzas, renunciar a la DUI y acatar la Legalidad constitucional,
inician su campaña electoral con la citada concentración descabezada por
circunstancias obvias (están fugados o presos) y con la ausencia de la renegada
Forcadell, que, aunque nada más salir de prisión reivindicó la “soberanía
nacional” catalana, deja en la estacada a los colegas manifestantes,
entendiendo seguramente que, tras reconocer ante el juez el carácter
“simbólico” de la proclamación de la república catalana en el Parlament y
someterse acertadamente a la Legalidad Constitucional y, por tanto, a la
aplicación del artículo 155, su presencia en la concentración estaba fuera de
lugar por mera coherencia y además por los perjuicios que en el proceso
judicial pudieran acarrearle. Y ante semejante vacío de liderazgos
independentistas en la manifestación convocada por ANC y Omnium por la libertad
de los falsos “presos políticos”, como siempre hay un roto para un descosido,
la destacada ausencia de Forcadell es sustituida por Ada Colau, la alcaldesa de
Barcelona, siempre dispuesta a echar una mano, cuando no las dos, a los
soberanistas antidemocráticos en medio de sus manifiestas ambigüedades
populistas. Una manifestación pues sin Forcadell, pero con Colau, que.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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