domingo, 12 de noviembre de 2017

SIN FORCADELL, PERO CON COLAU


                        Mientras el Gobierno confirma la injerencia rusa en Cataluña (medios del Kremlin utilizaron miles de cuentas de origen chavista) y mientras el Tribunal Supremo deja en libertad a la Presidenta del Parlament de Cataluña tras pagar la ANC la fianza impuesta por el juez, el soberanismo, desnortado y descabezado, protagoniza una multitudinaria concentración por la excarcelación de los líderes catalanes, para ellos “presos políticos”, que nadie reconoce como tales, por defender una inexistente república (“simbólica”, según Forcadell), cuando se trata simplemente de presuntos delincuentes en situación de prisión provisional preventiva (como sucede a otros tantos imputados) a la espera del posterior desarrollo procesal tras haber cometido presuntamente gravísimos delitos. Pero, como en el ADN del independentismo totalitario está la mentira y la demagogia, es inevitable este juego sucio de distorsionar la realidad para que la gente vea lo que no es y crea en la entelequia soberanista, apelando a irracionales argumentos sentimentaloides frente a razones objetivas, basadas en los hechos reales y no en visionarias realidades virtuales. Así, los independentistas totalitarios con medio Govern huido de la Justicia y el otro medio encarcelado, con los líderes de sus asociaciones sociales (ANC y Omnium) presos (lo que no ha impedido que en menos de doce horas los asambleístas hayan conseguido los 150.000 euros necesarios para dejar a Forcadell en libertad con cargos) y con la Mesa del Parlament libre de momento tras pagar, como su presidenta, las pertinentes fianzas, renunciar a la DUI y acatar la Legalidad constitucional, inician su campaña electoral con la citada concentración descabezada por circunstancias obvias (están fugados o presos) y con la ausencia de la renegada Forcadell, que, aunque nada más salir de prisión reivindicó la “soberanía nacional” catalana, deja en la estacada a los colegas manifestantes, entendiendo seguramente que, tras reconocer ante el juez el carácter “simbólico” de la proclamación de la república catalana en el Parlament y someterse acertadamente a la Legalidad Constitucional y, por tanto, a la aplicación del artículo 155, su presencia en la concentración estaba fuera de lugar por mera coherencia y además por los perjuicios que en el proceso judicial pudieran acarrearle. Y ante semejante vacío de liderazgos independentistas en la manifestación convocada por ANC y Omnium por la libertad de los falsos “presos políticos”, como siempre hay un roto para un descosido, la destacada ausencia de Forcadell es sustituida por Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, siempre dispuesta a echar una mano, cuando no las dos, a los soberanistas antidemocráticos en medio de sus manifiestas ambigüedades populistas. Una manifestación pues sin Forcadell, pero con Colau, que.... (sigue leyendo en

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