A la vista está, la
evolución del Estado de las Autonomía en España ha provocado un fiasco de
consecuencias incalculables al extremo de que este desmadre autonómico amenaza
seriamente a España como Estado viable, no sólo ya por el alto coste de
mantener diecisiete Parlamentos y sus correspondientes Gobiernos autonómicos,
sino porque la mayoría de ellos han hecho bandera de objetivos insolidarios
egoístas con tendencias centrífugas hacia el Estado, convirtiéndose en
perversos criaderos de nacionalismos o regionalismos radicales, con aspiraciones
totalitarias independentistas, cuando el objetivo original del Estado de las
Autonomías (estructura cuasi federalista actualmente, pero alejada de las tendencias
centrípetas del concepto de Estado Federal) era acercar la administración a los
ciudadanos con un doble objetivo de solidaridad interterritorial y
sostenimiento del pluralismo cultural de los diferentes pueblos que conforman
España desde hace siglos. Y obviamente, cuando los distintos territorios
españoles y los pueblos que los habitan disfrutan de la mayor descentralización
y autogobierno, así como del mayor desarrollo y libertad de toda su historia,
al intolerable y gravísimo pulso al Estado por parte de los soberanistas
catalanes, se añade de forma virulenta la polémica del “cupo vasco”
(trasnochado e insolidario privilegio foral, constitucionalmente establecido)
ya que su última reforma supone que el País Vasco reciba aún más dinero del que
aporta a España, permitiéndole una mejora de su financiación de más de 300
millones anuales, cuando se hace urgente una reforma global de la financiación
autonómica, cuyo acuerdo, hoy por hoy, ve imposible el Gobierno para 2018,
justo cuando Cataluña precisará una inyección de 9.200 millones tras las
elecciones del 21 de diciembre. El desmadre autonómico, como ven, está
garantizado, mientras PP y PSOE votan juntos el Cupo Vasco pese a las
respectivas críticas internas, ya que gobiernos autónomos de ambas formaciones
censuran que se relegue al resto de CCAA en su financiación; no obstante el
Congreso de los Diputados aprueba el Cupo con los únicos votos en contra de
Ciudadanos y Compromís, desencadenando una bronca entre Montoro y Rivera, quien
acusa al ministro de pagarlo con “los recortes a los españoles”, mientras, a
pesar del apoyo de sus partidos al Cupo, el popular Feijóo también lo cuestiona
y pide aclaraciones al respecto, en tanto que Sánchez intenta contener la
rebelión de los barones socialistas, viajando a Valencia para intentar calmar a
Ximo Puig, y Susana Díaz exige que se replantee “toda la financiación de las
CCAA al mismo tiempo”. Con cupo o sin cupo el desmadre autonómico está
asegurado y Ángel de la Fuente, máximo experto del Gobierno en financiación
autonómica, sostiene que “la cifra del cupo es magia: el País Vasco debe pagar
más”, que “la nueva ley, al igual que las anteriores, infravalora lo que
tendrían que pagar y perpetúa el perjuicio al Estado”, que “en la Constitución
no se dice que las diputaciones vascas tengan un derecho histórico a hacer mal
las cuentas”, y que.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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