viernes, 24 de noviembre de 2017

DESMADRE AUTONÓMICO


                        A la vista está, la evolución del Estado de las Autonomía en España ha provocado un fiasco de consecuencias incalculables al extremo de que este desmadre autonómico amenaza seriamente a España como Estado viable, no sólo ya por el alto coste de mantener diecisiete Parlamentos y sus correspondientes Gobiernos autonómicos, sino porque la mayoría de ellos han hecho bandera de objetivos insolidarios egoístas con tendencias centrífugas hacia el Estado, convirtiéndose en perversos criaderos de nacionalismos o regionalismos radicales, con aspiraciones totalitarias independentistas, cuando el objetivo original del Estado de las Autonomías (estructura cuasi federalista actualmente, pero alejada de las tendencias centrípetas del concepto de Estado Federal) era acercar la administración a los ciudadanos con un doble objetivo de solidaridad interterritorial y sostenimiento del pluralismo cultural de los diferentes pueblos que conforman España desde hace siglos. Y obviamente, cuando los distintos territorios españoles y los pueblos que los habitan disfrutan de la mayor descentralización y autogobierno, así como del mayor desarrollo y libertad de toda su historia, al intolerable y gravísimo pulso al Estado por parte de los soberanistas catalanes, se añade de forma virulenta la polémica del “cupo vasco” (trasnochado e insolidario privilegio foral, constitucionalmente establecido) ya que su última reforma supone que el País Vasco reciba aún más dinero del que aporta a España, permitiéndole una mejora de su financiación de más de 300 millones anuales, cuando se hace urgente una reforma global de la financiación autonómica, cuyo acuerdo, hoy por hoy, ve imposible el Gobierno para 2018, justo cuando Cataluña precisará una inyección de 9.200 millones tras las elecciones del 21 de diciembre. El desmadre autonómico, como ven, está garantizado, mientras PP y PSOE votan juntos el Cupo Vasco pese a las respectivas críticas internas, ya que gobiernos autónomos de ambas formaciones censuran que se relegue al resto de CCAA en su financiación; no obstante el Congreso de los Diputados aprueba el Cupo con los únicos votos en contra de Ciudadanos y Compromís, desencadenando una bronca entre Montoro y Rivera, quien acusa al ministro de pagarlo con “los recortes a los españoles”, mientras, a pesar del apoyo de sus partidos al Cupo, el popular Feijóo también lo cuestiona y pide aclaraciones al respecto, en tanto que Sánchez intenta contener la rebelión de los barones socialistas, viajando a Valencia para intentar calmar a Ximo Puig, y Susana Díaz exige que se replantee “toda la financiación de las CCAA al mismo tiempo”. Con cupo o sin cupo el desmadre autonómico está asegurado y Ángel de la Fuente, máximo experto del Gobierno en financiación autonómica, sostiene que “la cifra del cupo es magia: el País Vasco debe pagar más”, que “la nueva ley, al igual que las anteriores, infravalora lo que tendrían que pagar y perpetúa el perjuicio al Estado”, que “en la Constitución no se dice que las diputaciones vascas tengan un derecho histórico a hacer mal las cuentas”, y que.... (sigue leyendo en

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