martes, 28 de febrero de 2017

JUSTICIA COMO ARMA POLÍTICA


                        La coincidencia temporal de sentencias judiciales sobre varios casos de corrupción relevantes (“Gürtel”, “Nóos”, “Tarjetas black”), que en estos días han dictado los respectivos tribunales, pone de relieve el torticero uso de la Justicia como arma política arrojadiza sin reparar, tanto los medios de comunicación como los políticos, en el daño que semejantes comportamientos hacen a nuestro Estado de Derecho, pues una cosa es hacer crítica jurídica a las sentencias que no nos gusten o a las leyes en que se sustenten, ¡faltaría más!, y otra bien distinta es arremeter gratuitamente cuando conviene, sin argumento jurídico alguno, contra tribunales, jueces y fiscales como si formaran parte de un sistema de justicia ideologizada y sometida al poder ejecutivo y, por tanto, carente de independencia (requisito básico de cualquier sistema democrático moderno) y al servicio de los poderosos. Un panorama siniestro alejado de la realidad que algunos, demasiados quizá, dibujan y venden mediáticamente a la sociedad, para obtener particulares beneficios políticos o de audiencia, a través de politicastros de pacotilla o de tertulianos de piñón fijo y a sueldo, que, con verdades a medias, cuando no mentiras, engañan a los televidentes para conseguir sus espurios objetivos a base de desprestigiar malintencionadamente a la Justicia que, en España, mejorable como casi todo en esta vida y como en el resto de países, aunque tarde, funciona y, prueba de ello, son las condenas dictadas, entre otras, a los líderes de los casos citados, sean quienes sean, contradiciendo a los agoreros que, desde el inicio de la investigación y durante el proceso, intoxicaban diciendo lo contrario y, no conformes con ello, ahora siguen intoxicando contra las sentencias dictadas, con tal de deteriorar nuestro Estado de Derecho. Una cosa es hacer crítica jurídica, otra informar y otra opinar basándose en falsedades sobre la actuación de tribunales y aplicación de procedimientos legales, atribuyéndoles maliciosamente arbitrariedades inexistentes o intencionalidades perversas cuando simplemente... (sigue leyendo en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/

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