Por fin el Tribunal
pertinente ha dictado sentencia sobre el polémico “caso Noos”, sobre el que,
desde el principio, se especuló públicamente que la Infanta Cristina no se
sentaría en el banquillo y que finalmente, como cualquier hijo de vecino, ha
sido juzgada, aunque, junto a otros 10 de los 18 acusados, ha sido absuelta. En
efecto, teniendo en cuenta las expectativas iniciales, la sentencia devuelve a
sus proporciones el “caso Noos” y el fallo, que absuelve por unanimidad a
Cristina y a más de la mitad de los acusados, condena a seis años y tres meses
a su marido, Iñaki Urdangarín, y a ocho años y seis meses a su socio Diego
Torres, los principales protagonistas reales del mismo, para quienes el fiscal
pedirá de inmediato el ingreso en prisión, pues, según Horrach, “el criterio es
pedir prisión preventiva para penas superiores a cinco años”, librándose de
ella, según dicho criterio, Jaume Matas, condenado a casi cuatro años de
cárcel. A la Infanta Cristina, que, según Pedro Horrach, “se la ha sentado en
el banquillo por ser quien es”, se la exculpa de los delitos fiscales y se la
sitúa al margen de la gestión de Aizoon, alegando que desconocía el origen del
dinero, considerándola sólo “partícipe a título lucrativo”, como pedía
Fiscalía, y además a Manos Limpias, única que pedía prisión para la Infanta, se
la condena a costas por “actuar con mala fe, sin la mínima prudencia y mesura
exigibles”. En fin, una sentencia de mínimos que se salda con penas totales de
23 años de prisión frente a los 107 años solicitados en principio. Mientras la
Casa del Rey y el Gobierno declaran que respetan y acatan la sentencia, el PSOE
cree que se trata de un juicio ejemplar y un orgullo para la democracia,
manteniéndose Podemos crítico con lo actuado. Al final, tras derramar ríos de
tinta y críticas más o menos infundadas, se hace justicia y, al margen de las
consideraciones sobre la sentencia, sólo resta acatarla una vez que se agoten
los trámites y recursos pertinentes. Aquellos que hasta aseguraron que no se
cerraría el caso y que tan insignes personajes encausados no pasarían ni al
juicio oral, debieran hoy, aunque tarde, pedir disculpas por los previos
juicios de valor que tanto daño hacen a la confianza de los españoles en la
Justicia y, en definitiva, a nuestro sistema democrático. Y, hablando de daños,
en el peliagudo asunto del.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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