Como si se tratara de
una mala jugada del destino, como si fuera una pesadilla, coincide el tranquilo
Congreso del PP con sucesos relacionados con casos de corrupción en los que
cualificados populares estuvieron implicados en su momento y, obviamente,
tuvieron que ver con la pérdida de respaldo popular a la formación política
conservadora que ahora comienza tímidamente a recuperar, quedándole sólo el
consuelo de que la otra formación coprotagonista gubernamental del periodo democrático
todavía anda peor aún en cuanto a apoyos ciudadanos se refiere, lo que sería
susceptible de aplicar aquello de que “mal de muchos…..”. En efecto, el “caso
Bankia” alcanza a la cúpula de los supervisores, siendo imputados Fernández
Ordóñez, el ex gobernador del Banco de España, socialista y nombrado por
Zapatero, su “número dos”, Fernando Restoy, y Julio Segura, ex presidente de la
CNMV, mientras dimiten tres altos cargos del regulador, que aún estaban en la
institución monetaria, pues la Audiencia Nacional ve en todos ellos “indicios
de criminalidad” ante la sospecha de haber permitido la fusión y salida a Bolsa
de la entidad bancaria “pese a las reiteradas advertencias” recibidas en
contra, apreciando los jueces “indicios múltiples, bastantes y concurrentes de
criminalidad en su conducta”. Por otro lado, mientras en el “caso Púnica” el
juez atribuye tres delitos al Presidente de Murcia, del Partido Popular, aunque
la Fiscalía Anticorrupción se opone a investigarlo porque “no llegó a contratar
con la trama”, Ana Mato declara en el “caso Gürtel” que “si hubo regalos,
fueron a mi ex marido, no a mí” y, entretanto entran en prisión los jefes de la
trama Correa, Crespo y “El Bigotes”, recién condenados entre otros
participantes que, de momento, se libran de estar entre rejas. Obviamente,
semejante sobredosis de corrupción, provoca interesadas polémicas
político-mediáticas cuando lo más razonable sería dejar que la Justicia decida
los destinos de semejantes sujetos, al margen de hacer o no una crítica en términos
jurídicos sin connotaciones políticas, sobre todo si se refieren a hechos
acaecidos hace ya bastantes años. Por tanto, el Congreso investigará el “caso
Bankia” y la crisis bancaria con lo que el pleno votará crear una comisión
respaldada por los partidos de la oposición, mientras el Banco de España recoge
firmas a favor de los imputados; la oposición se pregunta si el Gobierno está
detrás de que Fiscalía General ordenara no acusar al Presidente de Murcia
cuando las dos fiscales del “caso Púnica” eran partidarias de actuar contra
Pedro Antonio Sánchez hasta que sus superiores se lo impidieron y éste alardea
de que le apoyan “cuatro fiscales del Supremo”; y otros, además de los abogados
defensores, se preguntan por qué los jefes de la “Gürtel”... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
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