jueves, 23 de febrero de 2017

ABOMINABLE VIOLENCIA MACHISTA


                        En apenas 72 horas cinco mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas lo que pone de relieve la gravedad, no sólo cualitativa sino también cuantitativa, de esta abominable violencia machista en España que, en lo que va de año, arroja el trágico balance de quince mujeres asesinadas. Esta denigrante violencia de género es un verdadero terrorismo social y como tal debiera ser tratado, pues no sólo atañe a las familias directamente afectadas o a sus entornos más próximos sino que atenta directamente contra los cimientos de la convivencia en paz y libertad de todos y cada uno de nosotros; un cáncer social que hay que extirpar de cuajo. Las cinco últimas víctimas de semejante terrorismo machista, ponen de relieve la gravedad del asunto, que trasciende cualquier parámetro de edad, nivel social o cultural, área geográfica… entre otros tantos aspectos que puedan tenerse en consideración; de estas últimas víctimas, se trata de una mujer de 34 años acuchillada en plena calle en Barcelona, otra de 43 muerta al caer por el hueco de la escalera en Valencia, otra de 49 asfixiada en la bañera en Gandía, otra de 50 quemada en su casa en Pontevedra y otra de 91 apuñalada por su marido en Badajoz, que dejan un rastro de dolor inmenso y, ¡cómo no!, de impotencia e indignación en sus familiares respectivos más directos, amigos y vecinos, conscientes, como el resto de los ciudadanos, de que algo estamos haciendo mal, pero muy mal, frente a semejante fenómeno inexplicable en una sociedad libre y democrática que, a todas luces, se muestra incapaz de erradicar, o al menos aminorar, semejante tragedia colectiva. Es obvio que las actuales medidas de lucha y prevención contra la abominable violencia machista son insuficientes o, al menos, son ineficaces, pues, teniendo en cuenta la complejidad del fenómeno, requiere, una mayor contundencia a nivel preventivo contra los presuntos maltratadores, como sucede contra los presuntos terroristas, y una mayor protección de las presuntas víctimas desde los niveles indiciarios, pues detrás de cada uno de estos asesinatos hay toda una ristra previa de amenazas, agresiones mayores, insultos y calumnias, muchas veces ni siquiera denunciadas y otras veces con denuncias que dejaron a la presunta víctima en cierto desamparo y presa del miedo. O toda la sociedad se toma.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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