Tal como se van
desarrollando los casos de corrupción política y económica que afectan a los
dirigentes independentistas catalanes, podríamos preguntarnos si es que son
idiotas o es que van de listillos. En efecto, tanto Homs como su jefe Mas
alegan ignorancia ante el Supremo por el famoso 9-N para defender su inocencia
y ambos asumen los hechos, pero rechazan que organizar el pseudoreferéndum
fuera delito. Tanto el ex Consejero de Presidencia como el ex President,
abogado y economista respectivamente, suspenden en Derecho e incurren en
flagrantes contradicciones y errores jurídicos flagrantes en su defensa por
desobedecer al TC. Homs alega que “no había forma humana de saber cuál era el
alcance de la providencia” y que “no entendía la resolución del TC”, mientras
Mas repite ante el Supremo que “nadie actuó” para frenar la consulta y que
nadie le advirtió de que el 9-N era un “gran delito”. Una burla evidente ante
el Supremo, pues, aun siendo cierto que no se actuó mediante la fuerza para
impedir la consulta, que es lo que ellos hubieran querido para declararse
víctimas, el TC dejó bien claro, como todo el mundo sabe (menos ellos), que era
inconstitucional e ilegal. Y mientras Cataluña, la comunidad que más grava las
rentas medias y bajas, sufre este esperpento de idiotas o listillos Puigdemont,
otro que tal baila, pretende proclamar la República Catalana sin control alguno
ni del Parlament (dictadura pura y dura), pues Junts pel Sí, que sustenta el
Govern que preside (con permiso de la CUP), quiere cambiar incluso el
reglamento para aprobar la ley de desconexión, en tanto que TV3 emite en
directo el juicio a Homs pero no el del “caso Palau”, ya que del saqueo de
Millet sólo retransmitirá “lo más relevante”, y mientras la Generalitat busca a
un soberanista para relevar al Jefe de los Mossos, ya que los anticapitalistas,
realmente quienes mandan, exigen la dimisión de Batlle, el actual jefe. Y es
que, por si no hubiera bastante con semejantes aberraciones políticas, en
Cataluña proliferan los casos de corrupción en el entorno de CDC, hoy camuflado
como PDCat, el partido creado por Jordi Pujol, el jefe principal del tinglado,
que compraba el silencio de sus empleados con el dinero del 3%, tal como
demuestran recibos reconstruidos por la Guardia Civil que revelan finiquitos
pagados en efectivo de las comisiones “por mis aportaciones”. Menos mal que hoy
uno de los acusados en el “caso Palau” (hay tantos casos en la trama) busca
rebajar la pena a su hija y decide colaborar incriminando a CDC y confesando
las comisiones que recibía; se trata de Jordi Montull, que ultima un pacto con
Fiscalía para detallar y demostrar la financiación ilegal del partido de Mas en
un juicio que arranca hoy mismo, pretendiendo rebajar su pena y evitar que su hija
vaya a prisión, lo que aceleraría obviamente la investigación. Y, mientras
tanto, todos los hijos de... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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