lunes, 20 de julio de 2020

RESPETO Y UNIDAD

                        En la ceremonia civil de Estado para homenajear a las víctimas del coronavirus el Rey Felipe instaba a superar la crisis con entendimiento, “tenemos un deber cívico” decía, invocaba “el espíritu de superación del pueblo español”, recordaba la “obligación moral” de honrar a los fallecidos y pedía “respeto y unidad”……valores todos ellos de trascendental importancia para nuestra convivencia pacífica, pero que hoy, lamentablemente, se pisotean con bastante frecuencia y cinismo cuando conviene a unos u otros. No obstante, un emotivo homenaje a las víctimas en el Palacio Real que exhibía el valor de la unidad reuniendo a autoridades, fuerzas políticas y sociedad civil, en el que la enfermera Aroa López recordaba “hemos trabajado al límite de nuestras fuerzas”, pero en el que, lamentablemente por unas razones políticas u otras, se ausentaban Vox, ERC, Bildu y BNG, con lo que eso de la unidad en realidad brillaba por su ausencia incluso en un acto de homenaje a las víctimas de un virus que, lamentablemente, sigue golpeando de nuevo……¡imaginen la ausencia de unidad en otros actos de naturaleza más imputable políticamente a unos u otros!, que es lo que cotidianamente venimos respirando y lo que pone en evidencia la desunión política en España. Desencuentros políticos, la mayoría de las veces absurdos, que generan un ambiente preocupante para afrontar con éxito los serios retos que nuestro país tiene planteados, empezando por la superación de esta pandemia infame que día a día nos sigue amenazando, pues el aumento de casos dispara el temor a un brote generalizado mientras España tiene menos de la mitad de rastreadores de los que precisa (según se publica, hay 3.500 y serían necesarios al menos 8.500), cuando la falta de estos profesionales complica la evolución y el control de la pandemia. En plena subida de rebrotes, que nos llevan a las mayores cifras diarias de contagios desde mayo, el Gobierno de Aragón ya pide no salir de Zaragoza, la Generalitat de Catalunya recomienda no salir de casa a los cuatro millones de personas que habitan el área de Barcelona y las mascarillas se imponen finalmente como obligatorias en casi todas las CCAA, mientras, al parecer, los datos diarios de Sanidad sólo reflejan una cuarta parte de los contagios reales, ocultando Simón que estamos en transmisión comunitaria desde el 20 de junio, para finalmente reconocer que “en Cataluña hay una transmisión comunitaria nada desdeñable” en tanto que se dispara el temor a un brote generalizado y descontrolado, que podría llevar a Francia a cerrar las fronteras. En definitiva, con este desmadre de control de la pandemia en los diferentes territorios españoles, se inicia una semana clave para frenar los rebrotes y evitar la transmisión comunitaria, cuando, al parecer, los contagios entre jóvenes evidencian el riesgo del ocio nocturno, llevándose la palma los rebrotes de discoteca y botellón. Y para atajarlo se va poniendo de moda esta especie de régimen de confinamiento “voluntario”, ya establecido en Barcelona y ampliado a otras tres localidades catalanas…..¿será suficiente con estas apelaciones a la responsabilidad individual para frenar la expansión del virus? Me temo que no. Lo cierto es que se requieren más medios materiales y humanos para intentar evitar una nueva catástrofe cuando la actual todavía no se ha ido…..y, sobre todo, se requiere..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
  

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