En medio de un
desbarajuste competencial y legislativo por el que el Gobierno central ha
pasado de ser el único protagonista con el estado de alarma a no pintar casi
nada en esta “nueva normalidad”, los españoles, salvo que alguien lo remedie,
estamos condenados a volver a un nuevo confinamiento ya que, de forma
preocupante, los rebrotes de contagio no dejan de crecer sin que haya un plan B
coherente para atajarlo para toda España. Y es que el vacío legal tras la
alarma, sin otra alternativa que el caos variopinto de que cada autonomía
proceda como mejor entienda o quiera entender, frena sin duda la lucha contra
estos nuevos brotes, mientras se desencadena un conflicto jurídico-político,
como el protagonizado por Torra, desobedeciendo al juez y confinando Lérida por
decreto, en tanto que los epidemiólogos temen que la falta de herramientas
normativas provoque nuevos contagios, pues el virus no entiende de
competencias, de territorios o de intereses políticos y simplemente avanza
mientras quienes tienen que atajarlo se entretienen en el quién, cómo y dónde
hay que hacerlo. Así las cosas, el caos político de la Generalitat de Cataluña
complica el control del coronavirus, insistiendo Torra en recluir a Lérida a
pesar de la prohibición judicial, Aragón devuelve a Zaragoza y Huesca a la fase
2 y, como otras CCAA, obliga a llevar mascarillas, mientras Simón, él único y
todopoderoso actor durante la alarma, se limita ahora a manifestar que “la
epidemia es diferente, ahora afecta a menores de cincuenta y a niños” y Sanidad
rechaza el estado de alarma sin plan B ante los rebrotes activos que van
surgiendo por toda España y que ya son 123, mientras el Gobierno se pone de
perfil y no diseña una alternativa jurídica para la actual “nueva normalidad” y
sólo actuaría si la propagación de la pandemia afectara a varias comunidades autónomas
limítrofes. Torra se otorga a sí mismo plenos poderes para confinar y, con el
aval de Moncloa y en contra de la Justicia, cierra Lérida y el Segriá con un
nuevo e improvisado marco jurídico sin tener que aplicar el estado de alarma,
mientras el ministro Illa rechaza que invada competencias y avala el texto para
evitar que acabe de nuevo ante los tribunales y se materialice con pequeños
retoques que lo hagan más digerible. La cruda realidad es que los contagios de
Covid se disparan en España, especialmente por Cataluña y Aragón, que los
ambulatorios de L´Hospitalet de Llobregat ya rozan el colapso, que Barcelona
triplica sus casos y estudia ampliar las restricciones, que el ejército se
despliega en Huesca por la transmisión entre los temporeros o que en Madrid se
produce el misterio de tener muchos casos pero pocos brotes detectados. La
única esperanzadora noticia es que en el mundo más de veinte vacunas para el virus
ya están en fase de pruebas con humanos que esperemos estén pronto al alcance
de todos. Y mientras Sanidad, cargando contra la iniciativa privada, culpa a
los laboratorios del gasto en medicinas y pide que devuelvan 8.000 millones,
estalla la guerra Colau-Torra en Cataluña pues el virus pone cerco a Barcelona,
la segunda ciudad de España, afeando la alcaldesa al President la falta de
efectivos para seguir los contagios…..y es que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
No hay comentarios:
Publicar un comentario