lunes, 13 de julio de 2020

LOS REBROTES QUE NO CESAN

                        Los rebrotes de contagios por coronavirus no dejan de crecer en España, que registra ya más de setenta brotes activos….. y lo preocupante ya no es esta previsible reactivación contagiosa tras el final del estado de alarma, sino la presunta incapacidad sanitaria para controlarla y atajarla con éxito, por lo que el fantasma de los peores momentos de la pandemia, con los hospitales desbordados, sigue amenazando de forma inexorable. La trágica realidad es que Sanidad no tiene un plan nacional para afrontar un repunte masivo del Covid-19, mientras diecisiete CCAA, unas más afectadas que otras y con las competencias sanitarias (y educativas) transferidas, hacen lo que pueden o quieren, cada una por su lado, sin el más mínimo interés de aunar esfuerzos coordinados por el Gobierno de España, no vaya a ser que ello derive en menoscabo de sus sacrosantas competencias y dé alas a una odiada recentralización política según los nacionalistas. Los rebrotes destapan en definitiva la falta de gestión y de medios ante otra oleada, mientras los sanitarios denuncian errores en la detección y el rastreo de los casos contagiados, y los expertos piden imponer los PCR para volar a España, en tanto que el Gobierno valora ahora la demanda de los epidemiólogos ante la inevitable llegada de infectados pese a los controles, a todas luces insuficientes, y seis autonomías estudian obligar a llevar mascarillas (algunas de ellas ya lo han impuesto), en medio de un caos normativo impuesto por cada Comunidad Autónoma o Ayuntamiento, lo que hace imposible que los ciudadanos sepan a qué atenerse en cada circunstancia territorial. Al parecer el 40% de los focos del virus se origina en reuniones familiares, mientras las infecciones diarias suben a 333 por picos en Cataluña y Aragón, donde el 60% de los afectados son jóvenes asintomáticos, aunque la atención se centra especialmente en Galicia y Euskadi, donde la celebración de elecciones autonómicas ha generado un nuevo debate sobre la conveniencia o no de suspenderlas, sumiendo en la incertidumbre la jornada electoral, después de que los gobiernos gallego y vasco hayan decidido a última hora prohibir a los infectados que ejerzan el voto, mientras los expertos cuestionan esta prohibición de ir a ejercer su derecho a votar. Y mientras la Generalitat Valenciana busca cancelar el contrato de la residencia con 73 muertos, previendo devolver el centro de Alcoy a la gestión pública, Torra, que tarda una semana en tomar medidas de confinamiento en Lérida con más casos que en marzo (el 27 de junio tenía un 50% más de contagios que en el pico de la epidemia), viendo que los casos se multiplican en varias localidades catalanas, decide confinar en sus casas a unos 160.000 ciudadanos de Lleida, pues el descontrol del brote de coronavirus en la comarca de Segriá es evidente y muy preocupante, devolviendo así la zona a la prohibición de salir de casa salvo causa justificada, mientras el regreso a esta especie de Fase 0 en Lérida es puesto en cuestión por la Justicia, ya que Fiscalía se opone al citado encierro ordenado por la Generalitat, entre otras cosas porque “es competencia estatal” (maldito concepto para los separatistas). Es la consecuencia lógica de ..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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