miércoles, 22 de enero de 2020

SALVAR AL CIUDADANO JUNQUERAS

                    Pedro Sánchez anuncia que tiene la intención de modificar el Código Penal y, concretamente, para rebajar las penas por el delito de sedición, de lo que se deduce que el objetivo de la medida es sencillamente salvar al ciudadano Junqueras, dado que los únicos presos por sedición en España son él y sus colegas de aventuras sediciosas. Obviamente, semejante desfachatez ha desatado las críticas de la oposición que califican la iniciativa de “amnistía encubierta” como pago al apoyo prestado por ERC a la investidura, lo que supondría una burla a la sentencia del Tribunal Supremo para que finalmente Junqueras sea rehabilitado al aplicársele la ventajosa medida de rebaja de penas con efecto retroactivo y así poder volver pronto a la política al reducirle también los años de inhabilitación; una medida que favorecería asimismo al fugado Puigdemont. No faltan razones pues para que PP y Ciudadanos teman un “indulto oculto” a los presos independentistas, mientras el Govern no tiene reparo en desvelar que las rebajas de las penas por sedición responde a sus peticiones en la negociación y que la reunión con Torra será para abordar la independencia de Cataluña. La estrategia por parte de Sánchez es bien clara: un Código Penal a la carta para burlar la sentencia firme del Supremo y con ello garantizarse la permanencia en el poder. Ya ven, si hay que cambiar el Código Penal, se cambia, pero no, como decía Sánchez, para volver a tipificar como delito los referéndums ilegales, sino para hacer más asequible el delito de sedición desde que los sediciosos son los avalistas de su Gobierno. Y, ya ven, si para cumplir las exigencias de mesa bilateral España-Cataluña, hay que camuflarlas y reunirse uno a uno con los diecisiete presidentes autonómicos para disimular los agravios comparativos si se lleva a cabo sólo la de Cataluña, se hacen los paripés que hagan falta para satisfacer el ego de los secesionistas. Todo, absolutamente todo, al servicio del superior interés de la permanencia de Sánchez en el poder, no vaya a ser que sus socios secesionistas y sediciosos se bajen demasiado pronto del burro. A tal efecto, Sánchez se reunirá en febrero con Torra en Barcelona y prevé tener los Presupuestos en verano, mientras el prófugo Puigdemont manifiesta que “la mesa de diálogo no puede ignorar lo que represento”. Entretanto Trapero se sienta en el banquillo por su papel en el ilegal referéndum del 1-O como Mayor de los Mossos, una verdadera prueba de fuego para la Fiscalía tras la polémica designación de la exministra Dolores Delgado como Fiscal General del Estado, pues el Ministerio Público ya había pedido once años para el Mayor de los Mossos, quien, en todo caso, se desmarca ahora del “procés”, marca distancias con “el tema ese de la independencia” y tilda de “barbaridad” la vía unilateral de la Generalitat, diciendo que su relación con el President no era “ni buena ni mala” y que su intención en los incidentes del 1-O era “ayudar a la Guardia Civil”. Al menos Trapero se...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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