sábado, 4 de enero de 2020

ACUERDO TRAMPOSO

                        Con lenguaje críptico (no comprensible para la mayoría de las personas porque está hecho para ser entendido por unos pocos) los españoles conocemos por fin el texto del acuerdo PSOE-ERC, tras ser aprobado, como se esperaba, por el Consejo Nacional de Esquerra (cínicamente, tras prolongado y concienzudo debate para llegar al final curiosamente casi a la unanimidad, con el “sí” del 96´5% de los asistentes), dando así los republicanos el visto bueno con su abstención a la ansiada investidura de Pedro Sánchez, que ya tiene su regalito de Reyes, después de que Batet con precipitada e injustificada urgencia decidiera convocar insólitamente el Pleno del Congreso para sábado y domingo con tal de que Sánchez pueda exhibir, como el resto de niños del país, su regalito, probablemente envenenado, el próximo día siete de enero. Un acuerdo tramposo plasmado en un texto criptográfico milimétricamente calculado y suficientemente ambiguo para que cada quien pueda entender lo que más le interese y venderlo mejor a sus respectivas clientelas con el objetivo de seguir mareando la perdiz sin entrar de pleno en el meollo de la cuestión al omitir términos fundamentales como “Constitución” o “referéndum”, que sustituyen por sinónimos más difusos como “ordenamiento jurídico democrático” o “consulta” respectivamente, cuando socialistas y republicanos saben perfectamente que, por muchas vueltas que le den, antes o después habrá que afrontar en términos concretos el peliagudo asunto de si la soberanía reside en el pueblo español, como dice la Carta Magna, o en una parte del mismo, en este caso, en los catalanes, para decidir el destino futuro de uno de los territorios, en este caso Cataluña, que conforman el Estado Español. No obstante, el ambiguo texto acordado no tiene desperdicio, fija la creación de una mesa bilateral negociadora de diálogo “entre gobiernos”, que se reunirá quince días después de la formación del gobierno social-populista, en la que “no habrá más límites que el ordenamiento jurídico democrático”, que, según ERC, va más allá de la Constitución, y cuyas medidas acordadas se podrán someter a “consulta a la ciudadanía de Catalunya”. Ya ven, “Constitución” y “referéndum” desaparecen del mapa y que cada quien siga jugando a la ambigüedad como mejor le convenga. ERC avala así a Sánchez a cambio de una inverosímil negociación sin vetos y de que se consulte a la ciudadanía catalana, que no española, sobre el “conflicto político”, suplantando la Carta Magna y con el “único límite” del “ordenamiento jurídico democrático” que decidan ambos gobiernos (el de España y el Govern de Cataluña) de tú a tú, de igual a igual, a diferencia del resto de gobiernos autonómicos, obviamente de rango jerárquico inferior en nuestro entramado institucional del Estado…. No extraña pues que algunos, como Otegi, ya se pongan en fila para pedir mesas negociadoras similares o que otros partidos regionalistas ya tengan dudas de favorecer este privilegio de la Comunidad Autónoma de Cataluña respecto a la suya propia, llamando la atención que presidentes autónomos socialistas no pongan el grito en el cielo ante semejante agravio comparativo con la Autonomía que dirigen. El pacto de investidura en definitiva consagra una...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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