domingo, 26 de enero de 2020

LO QUE ES Y LO QUE PARECE

                    Las cosas en política no sólo han de serlo, sino parecerlo con el fin de dar credibilidad a los asuntos y de evitar justificadas interpretaciones sobre los hechos, pues al final…. blanco y en botella, leche segura. En efecto, cuando los hechos no son lo que parecen es difícil creer las explicaciones dadas por sus protagonistas si la realidad apunta en otra dirección y además si dichas explicaciones conllevan un cierto secretismo o ambigüedad inaceptables. Es lo que sucede con el fenomenal lío o tormenta política que se ha montado con motivo de la visita de Guaidó a España, pues Sánchez no prevé reunirse con él y delega en su Ministra de Exteriores, cuando el mandatario venezolano acaba de ser recibido con todos los honores, entre otros, por Merkel, Boris Johnson o Macron, lo que da la sensación de que el Presidente encargado de Venezuela es claramente reconocido en Europa pero ninguneado en España, a pesar de que, junto a la UE, nuestro país le reconoce como Presidente encargado de Venezuela. El líder de la oposición, Pablo Casado, exige a Sánchez que reciba a Guaidó y se pregunta si “¿no le deja Podemos?”, dadas las simpatías de los socios populistas de gobierno por el régimen chavista, lo que, de ser cierto, supondría un grave error en política exterior. Y, para mayor abundamiento, se da la circunstancia de que el Ministro Ábalos se reúne en Barajas con Delcy Rodríguez, la “número dos” de Maduro y persona vetada por la UE, yendo de madrugada el ministro al avión venezolano después de que, según fuentes policiales, ella pidiera “ver a alguien del PSOE”, siendo lo más grave que Ábalos negara en principio la reunión con Delcy, diciendo, antes de reconocer su encuentro con ella que “me reuní con el ministro de turismo” de Venezuela que viajaba a Madrid, para después tachar como fortuito el encuentro con Delcy, antes de tener que aclarar finalmente que “Marlaska me pidió que la número dos de Maduro no bajara del avión”, asegurando que no hubo reunión ya que se limitó a recordar a Delcy que no podía pisar suelo español y negando que haya un desplante a Guaidó ya que “el presidente y yo hemos hablado con él en muchas ocasiones” (sin aclarar, en todo caso, que dichas conversaciones fueron anteriores a la conformación del gobierno de coalición social-comunista). En todo caso, ¿no hubiera sido más razonable reconocer desde el inicio el encuentro? Lo cierto es que todo este asunto daña la estrategia de Europa y EEUU contra el dictador Maduro, mientras el encuentro Ábalos-Delcy empaña la visita de Guaidó a Madrid, donde es recibido con todos los honores por los líderes del PP y Ciudadanos, y donde el venezolano convoca una gran marcha en Sol, en tanto que Almeida y Villacís le entregarán las llaves de oro de la capital de España. Pero es que además, dicha estrategia provoca el..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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