domingo, 5 de mayo de 2019

DIVERTIRSE Y DESCONECTAR

                        Se publica que Iván Redondo, el gurú de Sánchez con quien habla hasta ocho veces al día, impregnó en la exitosa campaña electoral socialista el mantra de “divertirse y desconectar” volviendo a demostrar que su teoría de “ganar y ganar” sigue en alza….y, obviamente, mientras se gana siempre tiene razón. Justo todo lo contrario de lo que le pasa al PP de Casado tras su debacle electoral, buscando ahora, como le sucediera al PSOE de Sánchez tras sus consecutivas debacles electorales de 2015 y 2016, la fórmula más adecuada para intentar remontar, como ha hecho el PSOE, de su peor suelo electoral, lo que, en principio, no es una tarea imposible cuando se parte de semejante abismo ya que, de no conseguirlo, la consecuencia puede llegar a ser la desaparición del partido o su supervivencia como mera opción política testimonial. De entrada, al igual que hizo Sánchez en su día en el PSOE en pleno fracaso electoral y con el partido dividido y enfrentado, Casado se reivindica como líder de un PP roto y como líder de la oposición al gobierno socialista, que es donde le han situado los votantes, aunque, como en su día hizo Podemos durante el gobierno popular, Ciudadanos le esté pisando los talones y reivindique semejante estatus. Sin duda hay una cierta simetría entre la trayectoria de Sánchez y Casado, entre la del PSOE y del PP, en su obligada renovación, veremos si para bien o para mal, que marcará definitivamente el futuro de sendos partidos y de nuestra democracia, dado que, hasta la fecha, han sido los principales protagonistas de nuestra convivencia en paz y libertad. De entrada, Casado modera su discurso para intentar retener el control del PP (Sánchez radicalizó el suyo para mantener el control del PSOE) y centrará la inminente campaña de europeas, autonómicas y municipales del 26-M en reivindicar la gestión local, cediendo protagonismo a sus alcaldes ante su “crisis reputacional”, por lo que Génova permitirá que potencien su imagen ante el deterioro de las siglas, que achaca a Rajoy, confiando en la implantación de sus candidatos, a quienes permitirá que eviten las siglas del partido si fuese necesario. Y, como sucediera con Susana, el baluarte socialista territorial con Sánchez en la oposición, Feijóo, baluarte territorial del PP, carga contra el equipo de Casado y exige no culpar a Rajoy (a quien reprochan que la caída electoral comenzó durante su gobierno), asegurando que ha habido “errores de estrategia” por dejar el centro político, acordando, no obstante, reunirse para dar una imagen de unidad y cerrar filas para remontar el 26-M. Al final, Casado y Feijóo reconocen errores; Casado dice que ha captado el mensaje de las urnas, y Feijóo reclama un partido centrado, marcándole el rumbo de un PP “con espíritu ganador”, manifestando que “es hora de remontar…se acabaron el duelo, la decepción o la derrota” y reivindicando que “debemos volver a unirnos; este partido es amplio y en él no cabe el pensamiento único e intransigente”, mientras los críticos del PP censuran la “excesiva” influencia que ha tenido Faes sobre Casado, quien, coincidiendo durante la recepción del 2 de mayo en Madrid con Garrido (a quien ni saluda) tras su sonada fuga a Ciudadanos, se reivindica como líder de la oposición y acusa a Rivera de acoger “tránsfugas” y critica a la “derecha radical” pese a la amenaza de Vox de romper el acuerdo en Andalucía. Al final, el giro popular sobre...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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