No hay tregua, acabamos
de celebrar elecciones generales y ya estamos de nuevo en campaña electoral de
europeas, autonómicas y municipales…. ¡para que los secesionistas catalanes se
quejen luego de que lo que quieren es votar y no pueden hacerlo! Pues bien, que
voten, como el resto de españoles. Por cierto, una campaña electoral,
interrumpida en su comienzo por todos los partidos, excepto Vox, ante la
prematura e inesperada muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba, quien no ha podido
superar un ictus tras ser operado en estado de “extrema gravedad”, llenando de
dolor no sólo a familiares y amigos o a toda la familia socialista, que se ha
volcado con él en tan aciagos momentos, sino a todo el espectro político
español ya que todos, al margen de coincidencias o discrepancias y al margen de
las luces o las sombras, hemos perdido a un verdadero hombre de Estado, de los
que ya casi no quedan, inteligente y audaz, que dedicó gran parte de su vida a
servir a España en puestos de gran responsabilidad y en momentos complicados,
tal como hoy reconocen tanto los afines como los adversarios. Ministro con
González, Vicepresidente con Zapatero, Secretario General del PSOE y candidato
a la Presidencia del Gobierno son suficientes títulos para avalar su
trayectoria política hasta su retirada hace cinco años para incorporarse a su
puesto de trabajo, como debe ser, en la Universidad. Cabe sumarse pues a los
elogios a su figura por parte de unos y otros; yo, que compartí con él
compañerismo como diputado en el Congreso (según él, el mejor cargo al que
puede aspirar un político) en el Grupo Socialista me sumo desde aquí a los elogios,
resumiendo todos ellos en las palabras que le ha dedicado el Rey Felipe: “le
agradeceremos siempre su profunda visión institucional y alto sentido del
Estado”, que tanto escasea en estos tiempos y que tanto se echa en falta. Y
comienza esta campaña electoral con la publicación del barómetro del CIS, una
macroencuesta preelectoral que da la victoria al PSOE en diez de las doce CCAA (salvo
Navarra y Cantabria) que celebran elecciones y augura también el triunfo en las
europeas, donde los socialistas pasarían a ser primeros y, además, Puigdemont
lograría entrar en la Eurocámara tras el aval de la Justicia, aunque los
populares evitarían el sorpasso de Ciudadanos; además, Carmena podría gobernar
Madrid con Pepu Hernández y Colau se disputaría la alcaldía de Barcelona con
ERC. Una clarísima victoria del PSOE que ahondaría más la crisis de un PP,
desnortado y estupefacto, que perdería feudos tradicionales como Madrid o
Castilla y León, y que trata ahora de retener ante la subida de Ciudadanos y
del PSOE. Estamos pues ante una campaña decisiva, especialmente para el PP, que
sólo ganaría en Navarra en alianza con Rivera y UPN, pues en Cantabria, la otra
CA en que no ganaría el PSOE, el triunfo sería para el regionalismo de Revilla.
De confirmarse estos resultados electorales, una alianza entre PSOE y
Ciudadanos sería factible en siete autonomías, mientras la “vía andaluza” sólo
lo sería en tres. Es obvio que Casado se la juega y con la nueva estrategia
popular tendrá presencia diaria en la campaña, aunque más “medida” que en la
del 28-A, y recurrirá a Rajoy para la campaña del 26-M a diferencia de la
anterior. Es el ambiente demoscópico que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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