La estrategia de
extender cortinas de humo para desviar la atención y no entrar en el fondo de
las cuestiones que no nos interesan es sobradamente conocida y muy extendida
entre los diversos grupos políticos, que con ello muchas veces consiguen el
objetivo que pretenden. El último de los episodios en que dicha estrategia se
está usando es con el peliagudo asunto de la ministra de Justicia, al extremo
de que el meollo del asunto, la gravedad del mismo, es que de entrada la ministra
Delgado mintió públicamente, negando que conocía al comisario Villarejo, que
había llamado “maricón” a Marlaska y que había dicho que prefería tribunales
con “tíos” en vez de “tías”, viéndose obligada luego, al publicarse las
pruebas, a admitir que había mentido y con matices intentar suavizarlo. Y
obviamente un gobernante que miente (recuerden el caso del ex ministro Soria al
negar que tenía o participaba en sociedades en paraísos fiscales y tener que
claudicar luego al evidenciarse el asunto), se debe de ir del cargo, bien por
dimisión, bien por destitución. Esa es la realidad, que algunos siempre
exigiremos al margen del color político que tenga el gobernante. Si la ministra
hubiera reconocido desde el inicio lo que se publicaba de ella, la gravedad del
asunto se hubiera quedado casi en nada, pero al no hacerlo es obvio que debería
dejar el Gobierno. Sin embargo, gracias a las cortinas de humo, casi nadie
habla de sus mentiras, defendiendo que no dimita porque su trayectoria
profesional es inmaculada, porque lo está haciendo bien como ministra, porque
no se puede creer lo que diga un personaje como Villarejo, porque se trata de
chantajes, porque……pero aunque todo ello fuera cierto, que seguramente lo es
(mientras no se demuestre lo contrario), no es el meollo de la cuestión, que,
insisto, es haberle mentido a los españoles. No es cuestión de que, tal como se
ha publicado, Sánchez diga para apoyarla que “no nos marcará la agenda un
corrupto”, ni que manifieste con razón “no acepto chantajes”, ni que Delgado
aplaudiera siendo fiscal la red de “información vaginal” de Villarejo o no
denunciara estos presuntos delitos conociéndolos, ni que jueces y fiscales
estén preocupados porque los comentarios de la ministra en las grabaciones
erosionen la confianza en los tribunales, ni que Moncloa crea que finalmente
caiga Delgado por más grabaciones si las hubiere, ni que varios ministros contradigan al
Presidente y asuman que no aguantará hasta 2020 como él dice, ni que el alcalde
de Cartagena de Indias exija que se extradite a los magistrados que, según la
ministra estuvieron con menores, ni tantas otras cosas publicadas al respecto. Y,
si me apuran, ni siquiera es cuestión que la ministra haya sido reprobada (allá
cada gobierno con las cotas éticas que se ponga, al de Rajoy le reprobaron a
varios ministros), ni siquiera es cuestión de que pidan la dimisión de Delgado
el PP y Ciudadanos, o que Podemos, PDeCat, ERC y PNV vean insostenible que siga
como ministra….mientras todos estos, que apoyan a Sánchez, no le..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario