miércoles, 5 de septiembre de 2018

FASCISTA DISCURSO DE TORRA

                        Mientras el Parlament de Catalunya lleva varios meses cerrado (eso sí, todos sus miembros cobrando los sustanciosos sueldazos que pagan los ciudadanos) y el Govern inoperativo, el President (de los secesionistas, que no del resto de catalanes) Torra inicia el curso político con un indecente e intolerable discurso fascista, no en el Palau de la Generalitat, ni en el Parlament para que, en todo caso, la oposición pudiera debatirlo con él, sino en un teatro, digno lugar para representar su farsa totalitaria. En efecto, Torra, haciendo gala de su acreditado pensamiento xenófobo, presenta su propuesta política y, ante la absurda e ilusoria oferta de Pedro Sánchez de más diálogo y de un “referéndum” sobre el “autogobierno de Cataluña” para apaciguarle, desprecia al Presidente manifestando, entre otras lindezas, que “el referéndum ya se ha hecho” (en referencia al ilegal 1-O), que sólo acepta pactar un “referéndum de autodeterminación” (sabiendo que sería ilegal y que ni él ni el Presidente del Gobierno tienen competencia para ello, tal como ya le dejó claro Rajoy), que no aceptará condenas a los “presos políticos” y sólo aceptará su “libre absolución” (erigiéndose en juez único de la situación y superando casi a los más perversos dictadores que en el mundo han sido), y que su lema es “libertad o libertad” (cómo si los catalanes estuvieran oprimidos) para luchar “como Luther Hing” (ensuciando con semejante comparación, incomparable, la lucha de tan insigne personaje). Añade que valora las “soluciones políticas” que propone Sánchez, pero las desprecia y llama descaradamente a la lucha en la calle por los derechos civiles, por los presos y por la república. Ya ven, ni siquiera la esperpéntica oferta de Sánchez de votar un Estatut con artículos que tumbó el TC (asunto bastante peliagudo, ya tratado por el PSC y apoyado sólo por Podemos), apacigua la voracidad depredadora totalitaria de éste dictador, dispuesto a llegar “hasta el final” en su desafío golpista, mientras avala que los CDR colapsen Barcelona y amenaza al Estado manifestando “abriré las cárceles” si hay condena del Supremo a los presos. ¡Pero quién se ha creído que es este personaje! En cualquier otra democracia la repulsa enérgica a semejante golpista sería unánime por parte de todos los demócratas, encabezada por el Gobierno y el resto de instituciones del Estado. Aquí, no; cuando Torra, que como ciudadano puede decir lo que le venga en gana, como gobernante de una de las instituciones del Estado, no sólo está obligado como los demás ciudadanos a cumplir la ley, sino además a hacerla cumplir.  Sorprende y preocupa pues la tibia respuesta a sus amenazas por parte del Gobierno de Sánchez, consistente en ofrecer más diálogo, que, ya ven, el dictador rechaza salvo que sea para que el Gobierno se someta y, como él, cometa ilegalidades flagrantes; sorprende y preocupa que el Gobierno no se dé por aludido ante tamañas amenazas y sostenga que “hay que seguir dialogando juntos”, cuando, ya ven, es mentira; y preocupa y sorprende que el Gobierno minimice las amenazas públicas de Torra, diciendo que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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