jueves, 20 de septiembre de 2018

ARGUCIAS PELIGROSAS

                        Siendo malo en democracia que un gobierno sea inoperante a causa de su escaso apoyo parlamentario (por ello cuando esto sucede el pertinente gobierno desamparado por sus socios suele convocar elecciones anticipadas), es peor aún, nefasto y peligroso diría yo, que en tal desamparo decida operar utilizando argucias (que siempre las hay), aunque estas fueran legales, con el objetivo de burlar las mayorías parlamentarias, que decidieron sus pueblos soberanos, para imponerles por la puerta falsa y de forma poco transparente determinadas políticas no respaldadas por ellos en las urnas, siendo la peligrosidad extrema si dichas argucias atentan contra la soberanía nacional y además afectan a asuntos de vital importancia o esencial trascendencia. Tan peligroso que estas prácticas autoritarias y poco democráticas, suelen ser la antesala de regímenes totalitarios. La Constitución Española sostiene que la soberanía nacional reside en el pueblo español y que son los representantes del mismo, elegidos democráticamente, los depositarios de esa soberanía en las Cortes Generales: el Congreso de los Diputados y el Senado. Y la composición de ambas cámaras legislativas tras las últimas elecciones generales es la que es: ningún grupo político ni coalición gubernamental con suficiente mayoría en el Congreso y mayoría absoluta, incluso cualificada, del PP en el Senado. Guste o no guste es lo que hay….y todos lo sabían y lo saben antes y desde que cambió el Gobierno gracias a una moción de censura, legal y legítima por supuesto. Malo pues si el gobierno surgido de la moción es incapaz de sacar adelante su proyecto minoritario y sobrevive sin convocar elecciones de forma inoperante (afectará finalmente a cuestiones económicas, sociales o de otro tipo sectorial), pero pésimo si además, no conformándose con políticas gestuales y de márketing, pretende ser operativo e imponer sus políticas minoritarias burlando a las instituciones soberanas (afectará a la esencia de nuestra propia democracia). Por ello es preocupante que el Gobierno, tras los bandazos e incoherencias gubernamentales en muchos asuntos y las ocurrencias y proclamas propagandísticas de políticas irrealizables, pretenda ahora una argucia, por legal que sea (si es que lo es), para desbloquear su proyecto de Presupuestos (el asunto más trascendental cada año) a base de burlar el papel del Senado (dónde él y sus socios son flagrante minoría y obviamente lo vetarían) y utilizar sólo la pírrica mayoría parlamentaria del Congreso (si es que todos los socios se ponen de acuerdo) para sacarlos adelante. En efecto, una enmienda a una norma de formación de jueces en violencia de género permitiría la reforma de la ley de estabilidad presupuestaria y, al parecer, es lo que piensa hacer Sánchez, mientras su socio Iglesias defiende el mecanismo como “completamente reglamentario”. Yo me pregunto, por reglamentario que fuera, ¿entonces para qué está el Senado, para saltárnoslo a la torera cuando nos interesa?.  Aunque es cierto que tal argucia .... (sigue leyendo en 
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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