miércoles, 28 de octubre de 2015

GOLPE DE ESTADO Y CORRUPCIÓN



                        Son los dos asuntos que acaparan la atención mediática, sin lugar a dudas. El golpe de estado perpetrado por los independentistas catalanes tras la constitución del Parlament y el antidemocrático discurso inaugural de su presidenta Carme Forcadell es, hoy por hoy, el problema más grave que tiene planteado España. Se trata de un golpe de Estado en toda regla, pues Junts pel Sí y la CUP pactan una estrategia de rebeldía contra la Constitución y con su mayoría parlamentaria, que no les legitima para ello, votarán una ilegal hoja de ruta para separar unilateralmente Cataluña de España. En efecto, Marta Rovira de ERC y Raül Romeva (Artur Mas y CDC ya tienen bastante con el turbio caso de corrupción del 3% y conviene simular que se quedan a un lado) han presentado en el Parlament una propuesta de resolución de Junts pel Sí y la CUP para crear el Estado Catalán independiente porque así se lo pide el cuerpo, una resolución que, entre otras cosas “declara solemnement l´ínici del procés de creació de l´estat catalá independent en forma de república” y “com a dipositari de la sobirania i expresió del poder constituent, reitera que aquest Parlament i el procés de desconnexió democrática no se supeditarán a les decisions de les institucions de l´Estat espanyol, en particular del Tribunal Constitucional, a qui considera deslegitimat i sense competencia arran de la sentencia de Juny de 2010 sobre l´Estatut d´Autonomía de Catalunya votat previament pel poble en referéndum, entre d´altres”. Si no es un golpe de Estado que venga Dios y lo vea, pues, en toda regla, supone una rebelión contra el Estado sin duda alguna, al que sólo le faltaría el uso de las armas, un inadmisible golpe a la Democracia que requiere una contundente respuesta por parte del estado de Derecho. Rajoy insiste en que aplicará la Ley y Sánchez y Rivera piden actuar juntos, pues sólo faltaría desunión en tema tan crucial para la defensa de la libertad y la democracia del pueblo español. Unidad para suspender la Autonomía de Cataluña si el desafío continúa, por lo que Rajoy, como Presidente del Gobierno, no sólo debe estar dispuesto a usar cualquier medio legal para responder al jaque mate totalitario, sino hacerlo de forma urgente y contundente, pues “la provocación” dictatorial no puede ni debe continuar ni un minuto más. El debate no es independentismo o antiindependentismo (opciones que libremente caben perfectamente en un Estado democrático siempre que se defiendan dentro de la legalidad establecida), sino totalitarismo o democracia, debate inaceptable para cualquier demócrata, ya sea independentista o no. Y desde que los independentistas se han echado al monte este es el debate planteado.
            En cuanto a la corrupción, que rivaliza con... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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