Por fin se conoce la
fecha de celebración de las elecciones generales. Rajoy anuncia públicamente
que serán el día 20 de diciembre, despejando así las dudas y frustrando los
deseos de quienes, incluso dentro de su partido las preferían el día 13. Por
tanto hemos de prepararnos para unas Navidades electorales y, hasta entonces, un
machaconeo permanente de unos y otros por convencernos de que sus propuestas y
sus estrategias son las que más interesan a los españoles. De entrada tanto el
PP como el PSOE están decididos a renovar sus listas en un alto porcentaje por
lo que quienes están instalados en los sillones del Congreso y el Senado seguro
que ya tienen la mosca detrás de la oreja. Rajoy, que sigue manteniendo ante su
partido que Sánchez sigue siendo el “principal rival a batir” mientras en el PP
se cree que el auge de Ciudadanos es pasajero, prepara una fuerte renovación en
las listas, en las que la vicepresidenta iría de número dos por Madrid,
quedando por cerrar el puesto en que iría Cospedal. Por su parte el PSOE
renueva en un 60% las listas socialistas al Congreso (imaginen como estará el
patio a nivel interno), en las que, de momento, la exmilitar Zaida Cantera,
víctima de acoso, irá en la lista por Madrid como número seis (vamos, a tiro
fijo), tras haber sido convencida por el mismísimo Pedro Sánchez a quien, según
ella, le advirtió “que no contara conmigo para ir de víctima” (¿por qué si no
la llamó Sánchez, por arte de magia?) y tras convencerla de que las razones de
fijarse en ella fueron sus cualidades y méritos propios, decide dar el paso de
dar el salto a la política (no sabemos si asumiendo el sacrificio, como a veces
dicen las “estrellas” independientes cuando van en las listas de un partido,
para mayor recochineo de sus militantes) y su primera declaración interesante
es que “la cúpula militar sigue funcionando como antes de la Transición”, lo
que supone, teniendo en cuenta que Pedro Sánchez ya dijo que el Ministerio de
Defensa sobraba (aunque luego matizó su metedura de pata), un acicate si no para
acabar con la eliminación de dicho ministerio en el organigrama del Gobierno,
en caso de que el PSOE lo consiga, un radical cambio en la cúpula militar del
Ejército que, ya ven, según la ex militar Zaida sigue como si estuviéramos aún
en la dictadura. En fin, ya sabemos por dónde van... (sigue leyendo en
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