La agencia de
calificación S&P eleva el “rating” de España, cuya solvencia pasaría de BBB
a BBB+, y cree que nuestro país crecerá al 4% hasta 2019, lo que, en principio,
no está nada mal. Sin embargo alerta de la fragmentación política y sobre las
elecciones, advirtiendo de que un cambio político podría frenar la recuperación
económica, debida especialmente a las reformas emprendidas por el actual
gobierno de Mariano Rajoy, cuya gestión alaba sin ninguna duda. Entretanto, los
distintos partidos políticos, conocida ya la fecha de las elecciones, preparan
sus estrategias. De un lado se vislumbra un duelo entre Iglesias y Garzón que
puede extenderse hasta las urnas, mientras Ciudadanos desencaja al PP ya que su
discurso político araña su espacio ideológico y electoral. Y mientras Mariano
Rajoy afirma que mantendrá la firmeza con su Gobierno en funciones ante los
independentistas, Albert Rivera afirma rotundo que “España necesita un partido
nuevo, con las manos limpias” y Sánchez continúa con su difuso proyecto de
Estado Federal. De los partidos territorialistas, más o menos independentistas
y todos nacionalistas, sin novedad en el frente, aunque Junts pel Sí, con tal
de conseguir la investidura de un gobierno, asume buena parte del programa
anticapitalista de la CUP, el partido de extrema izquierda que pretende
revertir privatizaciones y eliminar recortes, en tanto que muchos se preguntan
qué hace Artur Mas en semejante desaguisado. Puede que Rivera lleve razón sobre
lo de las “manos limpias” ya que la corrupción es una de las grandes lacras que
provoca el descrédito de los partidos en España. Hoy, sin ir más lejos, se
publica que Convergència recibió el famoso 3% incluso de obras que nunca se
completaron (lo que va delante, va delante) y que Podemos no tiene reparos en
apoyar a una concejal gaditana de Puerto Real, acusada de estafar a más de
5.000 inmigrantes y que Rato defraudó hasta lo que ingresó por conferencias,
mientras el juez estrecha el cerco sobre la red de testaferros por el cobro de
comisiones, quedando su secretaria personal y el gerente de la familia en
libertad con cargos. Bien pues por Rivera y Ciudadanos, hasta ahora no incurso,
que se sepa, en asuntos turbios de corrupción, aunque muchos se... (sigue leyendo en
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