Mientras se conoce la noticia de que
Prisiones corta una comunicación entre un jefe de ETA y un miembro del Gobierno
Vasco, el etarra Plazaola huye de la Justicia y está en paradero desconocido.
Un asunto no baladí teniendo en cuenta que la actual libertad de Plazaola se
debe a una serie de irregularidades o fallos de nuestro sistema judicial y
policial que no tiene por dónde cogerse. En principio, mientras cumplía condena
por delitos terroristas, es excarcelado en diciembre por tres jueces de la
Audiencia al considerar cumplida su condena computándole los años de prisión
cumplidos en otro país europeo. Ya en libertad y recurrida la decisión, el Supremo
considera que debe volver a prisión desestimando así la decisión de la
Audiencia, pero, curiosamente, la decisión del Supremo trasciende a las 12´40,
mientras que los agentes no reciben la orden de detenerle de nuevo hasta las
17´30. Y, obviamente, blanco y en botella, leche. Cuando llegan al domicilio
del etarra en el pueblo guipuzcoano de Oñate, los agentes se encuentran en la
puerta un “muro popular” proetarra de unas 50 personas para evitar su
detención… y, obviamente, en el piso no está Plazaola, ha huido. Un verdadero
fallo policial tras una filtración permite así la fuga del etarra, mientras la
Guardia Civil cree que podría estar en Francia tras salir disfrazado de su
vivienda con ayuda de proetarras. Por su parte el Ministro considera que de haber
tenido algún tipo de vigilancia especial tras su excarcelación el Gobierno
hubiera incurrido en una ilegalidad. Ahora procede pues abrir una investigación
sobre la supuesta filtración, sobre la tardanza en ordenar la detención tras el
fallo del Supremo, y etc etc. Entretanto la gente ya está harta de tanto error,
tanta negligencia, tanta discrepancia entre las instancias judiciales y, en
definitiva, de tanta... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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