jueves, 29 de octubre de 2020

DEL ESTADO DE ALARMA AL CONFINAMIENTO

                             Tras el registro por parte de Sanidad de más de 52.000 nuevos contagios, nuevo record del fin de semana, las distintas CCAA se van confinando al acelerarse los casos de covid y ante el puente que se avecina, acogiéndose obviamente al estado de alarma, decretado por Sánchez, y a su delegación de las responsabilidades en los presidentes autonómicos para que cada uno de ellos tome las decisiones que considere más oportunas, lo que, al final, posibilita un variopinto escenario de confinamientos y otras medidas para intentar atajar la pandemia, que se van aplicando de forma dispar en cada territorio. Un estado de alarma que, ¡cómo no!, desde el inicio enfrenta no sólo al Gobierno con el PP, sino también con parte de sus socios de investidura que ven impresentable la pretensión de Sánchez de prorrogarlo por seis meses sin control alguno del Parlamento, al extremo de que, ante semejante reacción, el Presidente recurre a las rebajas reduciéndolo a cuatro meses y con control parlamentario cada dos meses, para, finalmente, dejarlo en seis meses como pretendía al principio. Casado, que condicionaba su apoyo al decreto a que se limitase a ocho semanas y a que durante ese tiempo se legislase al respecto para poder combatir la pandemia sin necesidad de decretar estado de alarma, se abstendrá finalmente, tras rechazar el Gobierno su propuesta. Entretanto empresarios y juristas, se suman a las reticencias de la oposición: la CEOE califica de “barbaridad” frenar la economía durante seis meses y pide más ayudas, mientras los juristas ven ilegal que el Ejecutivo delegue en las CCAA cuando la pandemia es nacional y afecta a todas ellas, viendo la medida “desproporcionada” (Manuel Aragón, catedrático y ex magistrado del Constitucional, deja claro que “la capacidad del Congreso para decidir cada 15 días no puede eliminarse”), mientras Vox lo recurrirá al Constitucional, ERC cree que la propuesta es “abusiva” y Arrimadas pide que dure un mes. Es más, el ex presidente Felipe González dice que el estado de alarma de Sánchez es un “caos”, critica la “cogobernanza” para gestionar la pandemia y pone en duda la viabilidad de los Presupuestos que ha elaborado, mientras Sánchez se escaquea de defender la excepcional medida en las Cortes y delega en Illa la defensa de la misma con la excusa de que él tiene una reunión extraordinaria con los miembros del Consejo Europeo, mientras presume de que tiene mayoría suficiente para imponerla, aunque, ante la presión de sus socios, rectifica ofreciendo la citada duración de cuatro meses y comparecer cada dos en el Congreso. Al final, no obstante, Sánchez consigue el apoyo para los seis meses a cambio de algunas cesiones a sus socios de investidura. Llama la atención la delegación de responsabilidades en los presidentes autonómicos cuando no sólo Francia, estado centralista donde los haya, sino también Alemania, estado federal descentralizado por antonomasia,  han impuesto su plan nacional de lucha contra la pandemia, que, últimamente, no sólo azota a España sino al resto de países de Europa; en efecto, contrasta que Macron, que decreta el confinamiento total en Francia, y Merkel, pactando con los “Lander” medidas drásticas, apliquen ambos su plan nacional, mientras Sánchez se desentiende y delega su competencia tras haber pivotado en exclusiva y con todas las competencias el estado de alarma anterior del mes de marzo. ¿Por qué ahora descarga en las CCAA la decisión sobre las restricciones de la alarma y ordena evitar una negociación con el PP? ¿Está detrás de semejante decisión la necesidad de votos secesionistas para aprobar los Presupuestos? ¿Por qué propone una alarma de seis meses sin control parlamentario y ahora son buenos cuatro y con dos controles, para finalmente dejarlo en seis?  Son las explicaciones que el Ejecutivo debe dar a los ciudadanos, pues gobernar implica tomar decisiones que se consideren necesarias por duras que sean y no contentar a tirios y troyanos por razones de conveniencia coyuntural. Así las cosas media España ya está cerrada y afronta el puente con cierres perimetrales por decisión de los respectivos gobiernos territoriales, mientras la otra media está pensando si cerrará o no, sin que el Ejecutivo de Sánchez diga ni “mu”…..a País Vasco, Asturias y Aragón se suman Navarra y La Rioja en el cierre, en tanto que Andalucía, las dos Castillas y Murcia se suman también a la medida, al igual que Cataluña; por su parte Madrid se resiste a unirse a tal iniciativa y pide limitar el cierre al puente y no hasta el nueve de noviembre, como ya han decidido las autonomías citadas. Entretanto y a la espera de lo que decida el resto de Autonomías, además de la aplicación dispar también del toque de queda, llegan por fin los rastreadores (pasan de 3.500 a 8.500) aunque...... (sigue leyendo enBlog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

 

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