Mientras el PSOE ordena
dejar en pie toda su maquinaria electoral, pues Sánchez, aunque intentará
lograr la investidura en septiembre, se prepara para una eventual convocatoria
de elecciones, desde el PP y Ciudadanos le dejan bien claro que no facilitarán
dicha investidura con una abstención, tal como le pide el Presidente en
funciones, y menos aún desde que el PSN, para desalojar a Navarra Suma,
ganadora de las elecciones autonómicas, haya pactado un gobierno navarro de
coalición con Podemos, Izquierda Unida y Geroa Bai, con el respaldo activo de
la necesaria abstención de Bildu a la investidura de la socialista Chivite. Es
más, desde el PP, irónicamente, emplazan a Sánchez a que sea el PSOE quien se
abstenga ante una hipotética investidura de Casado con el hipotético respaldo
de Rivera que sumaría 125 escaños, más incluso de los que tiene el PSOE, para
conformar un gobierno de coalición de centro-derecha y evitar, como argumenta
Sánchez al pedirles a ellos que se abstengan, la convocatoria de nuevas
elecciones. Es la ingeniosa respuesta del popular García Egea a las presiones
desde Moncloa, pues, rotas las negociaciones para un gobierno de coalición
PSOE-UPodemos de centro-izquierda, cabría matemáticamente la alternativa de
otro gobierno de coalición PP-Ciudadanos de centro-derecha con la abstención
del PSOE como fórmula para no ir de nuevo a elecciones. Pero obviamente Moncloa
zanja este debate sobre una posible coalición alternativa de 125 escaños,
frente a su no coalición y soledad socialista de 123, con el argumento de que
“un Gobierno sin el PSOE no tiene ni pies ni cabeza”, apelando a su condición
de partido más votado y ganador en las elecciones. Al margen de la irónica
propuesta alternativa de Casado, dirigida a desenmascarar los argumentos de
Sánchez avalando la necesidad de que PP y Cs se abstengan para que él sea
investido y no incurrir en la grave irresponsabilidad de repetir comicios o
tener que depender de los secesionistas, lo que realmente no tiene ni pies ni
cabeza es el conjunto de incoherencias y demagogias que, unos u otros, utilizan
de cara a la ciudadanía, como si fuéramos idiotas, para hacer parecer sus respectivas
posturas como las más sensatas, cuando la insensatez está instalada en el seno
de sus respectivas organizaciones y defendida por la inmensa mayoría de una
militancia ciega y fiel a sus amados líderes a quienes ni se atreven a plantear
seriamente sus manifiestos errores y contradicciones, generando un desencanto
social generalizado hacia la política y los políticos, al extremo de que, según
el CIS, la preocupación de los españoles por la política marca un nuevo máximo
histórico colocándose como segundo problema para los ciudadanos, sólo por
detrás de la principal preocupación que sigue siendo el desempleo. Y es que
cada partido es libre de pactar o no con quien le venga en gana para luego
asumir las responsabilidades derivadas de su conducta, pero no tiene ni pies ni
cabeza que se apele, para pactar o no, a la lista más votada cuando se acaba de
bloquear la lista más votada, en Navarra por ejemplo; que se recurra a la
inconveniencia de aislar a radicales y secesionistas cuando se pacta con ellos,
en Cataluña o Euskadi; que se vete al líder de UPodemos o a nacionalistas para
gobiernos de coalición cuando se conforman gobiernos de coalición con ellos, en
la Comunidad Valenciana o en Baleares por ejemplo; que se hable de..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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