domingo, 28 de julio de 2019

EXPLORAR OTROS CAMINOS

                        Poco antes de consolidarse el fiasco de la investidura de Sánchez anunciaba Moncloa que daba por rotas las negociaciones, alegando que la propuesta de Podemos suponía crear dos Gobiernos, mientras el PSOE aseguraba que había ofrecido una vicepresidencia para Irene Montero y carteras en Sanidad, Vivienda e Igualdad, pero Podemos centraba su atención en el Ministerio de Trabajo. En efecto, tanto Sánchez como Iglesias, afanados en ganar la batalla del relato ante sus militantes y votantes, dinamitaban todos los puentes de la investidura y se acusaban mutuamente de forzar elecciones si no se vuelve a negociar antes del 23 de septiembre, por lo que, en tales condiciones, se esperaba una difícil investidura y, por supuesto, un gobierno imposible, aunque el PSOE se aferraba a un acuerdo “in extremis” en medio de filtraciones sobre las exigencias de Iglesias convencido de que Podemos debía “entrar en razón y rectificar”.  Entretanto se publicaba que, según NCReport, el 62% de los votantes del PSOE no quería un gobierno de coalición y el 66´7% rechazaba que Irene Montero asumiera una vicepresidencia. Y al final ni investidura, ni gobierno de coalición, ni dos gobiernos en uno….sino el desgobierno. Sánchez, por segunda vez en su trayectoria y haciendo gala de su temerario comportamiento político, era desechado por el Congreso de los Diputados para ser investido Presidente al recibir 155 votos en contra, 124 a favor y 67 abstenciones, abriéndose así la cuenta atrás para unas posibles elecciones el diez de noviembre, mientras, tras su escandaloso fracaso, anunciaba nuevas negociaciones y pedía a PP, Cs y Podemos “explorar otros caminos” para “desbloquear la situación”…..en definitiva, que el resto de partidos se encargue de enderezar los entuertos que él mismo ha provocado a lo largo de su corto y pintoresco liderazgo político, conseguido de forma rocambolesca contra los órganos directivos del PSOE a base de atizar su famoso “no es no” a la investidura de Rajoy, contra quien, finalmente investido con la colaboración de buena parte del PSOE (frente a la que Sánchez arremetía para hacerse con el liderazgo socialista) planteaba una exitosa moción de censura (no constructiva y, por tanto, contraria a lo que plantea la Constitución), con el apoyo de populistas, secesionistas de izquierdas y derechas, nacionalistas y abertzales, que le aupaban a la Presidencia del Gobierno sin haber ganado jamás unas elecciones, sino todo lo contrario (con los peores resultados electorales de toda la historia del PSOE), hasta que, incapaz de aprobar unos Presupuestos (todavía están vigentes los que aprobó Rajoy) al ser rechazados por sus propios socios se vio obligado a convocar elecciones y desembocar en este segundo fiasco de investidura que jamás debiera haberse dado. Un curriculum político desolador e insólito que aboca a España a tremendas incertidumbres políticas, que es lo más relevante, pues lo menos relevante es determinar ahora si la culpa es de Sánchez o de Iglesias, del PSOE o de IUPodemos, elegido por él como socio preferente, de su mutua intransigencia negociadora, de su mutua ambición de poder o de su mutua incapacidad táctica para alcanzar acuerdos; lo trágico y preocupante es que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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