miércoles, 10 de julio de 2019

BLOQUEO POLÍTICO Y ESCRACHES INTOLERABLES

                        Desde la ruptura del bipartidismo con el surgimiento de nuevos partidos y, muy especialmente, desde que Sánchez se inventara la fórmula del “no es no” y Ada Colau con Podemos pusiera en marcha el “escrache” como fórmula de protesta contra aquello que no entre en la lógica ideológica de los partidos políticos, se ha instalado en España de forma peligrosa el bloqueo político, que junto a los escraches intolerables, en nada favorecen a nuestro sistema democrático sino todo lo contrario. Un bloqueo político indeseable que pone en evidencia la incapacidad de los distintos partidos políticos para salir del laberinto de una inasumible ingobernabilidad de las distintas instituciones del Estado, mientras sus líderes se dedican a echarse en cara entre ellos la responsabilidad del fiasco con argumentos cínicos que, obviamente, arriman siempre el ascua a su sardina, en tanto que sus compañeros militantes de partido, con orejeras bien puestas, repiten por doquier tan cínicos argumentos, adobados con absurdos elogios a su jefe, como si fuera el bueno de la película en blanco y negro, y absurdas censuras al oponente como si fuera el malo, cuando, de entrada, lo primero que todos deberían hacer es reconocer que, al no haber obtenido nadie mayoría absoluta en las urnas, están obligados a entenderse en la confección de un programa pactado y de un gobierno de coalición (salvo que alguien sea tan generoso como para apoyar sólidamente a un gobierno monocolor en el que no participa), que, obviamente, nunca será del agrado al cien por cien de ninguno de los socios, pues, tanto en el programa común como en la composición del gabinete, cada quien habrá de ceder en la parte alícuota que le corresponda según el peso específico que a cada uno le hayan otorgado los ciudadanos en las urnas. Un bloqueo que pagamos y sufrimos todos los españoles, mientras en el Derecho Constitucional de Europa ya se han establecido mecanismos para bonificar a los partidos mayoritarios (en Francia doble vuelta en todas las elecciones menos en las europeas; en Grecia prima de 50 escaños al partido ganador; en Alemania umbral del 5% de los votos en todo el país para acceder al Parlamento….) con el objetivo de que la gobernabilidad del Estado sea más fácil, excepto en Italia y Bélgica que sin dichos mecanismos correctores son los dos Estados más vulnerables e inestables desde el punto de vista de la gobernabilidad, o Reino Unido que cuenta con un sistema mayoritario (no proporcional) muy poco representativo desde el punto de vista democrático, al hacer muy difícil entrar en el Parlamento. El otro fenómeno indeseable, que habría de ser erradicado en España, es el escrache político con la única pretensión de acallar la voz y coartar la libertad de los contrincantes políticos que consideramos perversos por arte de magia, cuando todos los partidos legales por haber pasado el filtro de la constitucionalidad, tienen todo el derecho a expresar sus ideas por contrarias que sean a las de otros y participar libremente en aquellos eventos que, como los demás, consideren oportunos, siempre que sus movimientos quepan en la legalidad, pues nadie, absolutamente nadie (menos aún si representan instituciones del Estado) tiene, ni debe tener, la..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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