domingo, 14 de julio de 2019

FACILITAR LA INVESTIDURA

                        Ningún demócrata con dos dedos de frente consideraría positivo tras unas elecciones bloquear adrede por intereses espurios la investidura del nuevo Presidente de Gobierno, de Comunidad Autónoma o Alcalde y entorpecer la pertinente gobernabilidad democrática, pero por desgracia no es así ya que no todos los líderes de los partidos políticos están a la altura de las circunstancias y, aprovechando cualquier resquicio o laguna legal, prefieren recrearse en su manifiesta incompetencia, al extremo de que muchos Estados democráticos han tomado medidas legales para que el candidato más votado tenga más fácil acceder a la investidura y evitar que cualquiera de los perdedores se alce con ella mediante pactos negativos mayoritarios de bloqueo al ganador. En España investir al más votado ha sido lo razonable, normal y positivo hasta la quiebra del bipartidismo, cuando el proceso de investir a los gobernantes se ha convertido en una odisea indeseable que hay que paliar cuanto antes para evitar todos los perjuicios que ello ocasiona a la ciudadanía, y para ello se requiere altura de miras por parte de aquellos líderes de los partidos mayoritarios (la pertinente reforma afectaría a la Constitución y a la Ley Electoral), quienes habrían de abandonar el oportunismo y el cortoplacismo político en favor del interés general. Sin embargo, no van por ahí los tiros y prevalecen los egoísmos e intereses personales, adobados con cínicos planteamientos que, de entrada, descalifican a sus protagonistas como gobernantes creíbles y razonables. Cuando en junio de 2015 Mariano Rajoy, tras ganar las elecciones y contar con 123 diputados, siendo incapaz de conformar una mayoría en el Parlamento que le permitiera ser investido, por lo que reclamaba que se facilitara su investidura al ser su partido el más votado, Pedro Sánchez, con un PSOE en caída libre entonces, respondía tajante y convencido que “lista más votada no es sinónimo de mayoría; no hay más democracia que la representativa….triunfa quien más apoyos recibe”, mientras intentaba conformar él inútilmente una mayoría parlamentaria suficiente con el resto de partidos perdedores para ser investido él mismo…..el resultado final, nuevas elecciones. Ahora, en julio de 2019, cuando el destino (o mejor los españoles) ha decidido que el vencedor electoral sea el PSOE y que Sánchez cuente exactamente con 123 escaños, justo los mismos que tenía Rajoy, el líder socialista y candidato a ser investido Presidente, tiene el descaro hipócrita, ante su incapacidad para conseguir apoyos suficientes en el Parlamento, de manifestar “lo único que pido es que si al final es imposible llegar a un acuerdo, al menos que permitan gobernar a la lista más votada”, resucitando, como ven, cuando a él le interesa, el debate sobre la necesidad de primar al más votado para facilitar su investidura, mientras lo rechazó tajantemente cuando el beneficiado no era él ¿Qué ha cambiado desde 2015? ¿Por qué hay que favorecer ahora su investidura y no la de Rajoy entonces? Júzguenlo ustedes mismos, y verán lo poco adecuada que es la propuesta por necesaria que sea. En todo caso los partidos discrepan hasta en las fórmulas posibles para facilitar las investiduras y la gobernabilidad: el PSOE apuesta por que...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

No hay comentarios:

Publicar un comentario