El tradicional
bipartidismo, protagonizado por el PSOE y el PP, ha degenerado en un cínico
bipartidismo de dos bloques ideológicos, los llamados centro-derecha y
centro-izquierda, integrando cada uno de ellos a varios partidos mal avenidos
entre ellos mismos, cuyos líderes y cúpulas de poder sólo buscan consolidar su
estatus como sea y a costa de lo que sea en vez de pactar proyectos asumibles
respectivamente desde una óptica moderada de derechas o izquierdas que,
asumidos por los integrantes del bloque en cuestión, sean capaces de resolver
los problemas de la ciudadanía en vez de crearle nuevos problemas e
incertidumbres. En efecto, tanto en el bloque llamado de centro-derecha o
conservador (integrado por PP, Ciudadanos, VOX y algunos nacionalismos moderados
de derecha, como UPN o CC), que abarca desde la extrema derecha a los
liberales, como en bloque llamado de centro-izquierda o progresista (integrado
por PSOE, UPodemos, IU y todo el abanico de nacionalismos radicales de
izquierdas como ERC, Compromís, Bildu….o incluso de derechas como PNV o JxCat),
que abarca desde la extrema izquierda hasta la socialdemocracia….en ambos bloques
los desencuentros entre sus miembros son tan lógicos como comprensibles, dados
los evidentes abismos ideológicos reales entre sus respectivos integrantes, al
extremo de que los partidos mayoritarios, PP y PSOE, tienen que buscar cínicos
malabarismos para intentar hacer creíbles sus respectivos proyectos moderados
de gobernabilidad sin que se note el grado de radicalismo de algunos de sus
socios de bloque menos presentables desde el punto de vista democrático, y,
sabiendo que son imprescindibles para conformar las necesarias mayorías, les
ningunean públicamente y les niegan como apestados, cuando privadamente les
buscan para el obligado apoyo que de ellos necesitan, ya que son incapaces, en
ambos bloques, de descartar públicamente y en serio las opciones más
extremistas e impresentables democráticamente hablando para pactar entre ellos
proyectos moderados no contaminados por radicalismos que, sin duda, serían
ampliamente respaldados por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Así las
cosas, este pernicioso bipartidismo imperfecto, cínicamente estructurado en dos
falsos bloques, con las excepciones de Castilla La Mancha, donde el pacto
PSOE-Ciudadanos rompe el bipartidismo bloquista, y de la Comunidad Valenciana,
donde, no sin dificultades se asume el pacto del bloque de izquierdas sin
reparo alguno a ningún socio, nos ofrece a los votantes dos vías irreales de
gobierno: la Vía andaluza de derechas, ninguneando a Vox, y la Vía navarra de
izquierdas, ninguneando a Bildu, cuando ambos partidos ninguneados (junto a
otros como ERC, JxCat….) son imprescindibles para conformar las mayorías de
gobierno en cada bloque. Dos cínicas fórmulas que pretenden sencillamente que
parezca lo que no es, para dar una imagen falsa de puritanismo político de los
partidos claramente constitucionalistas, empeñados en aparecer como
inmaculados, pero incapaces de conformar entre ellos acuerdos de gobernabilidad
aislando a los totalitarismos, cuando en realidad dejan la estabilidad
gubernamental en manos de quienes dicen repudiar por estar en las antípodas
ideológicas en términos democráticos, por lo que éstos, obviamente, pretenden..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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