Aunque no tanto de
ideas, pero sí de caras, se perfila un nuevo Parlamento ultra-renovado a tenor
de las candidaturas que, bien con primarias domesticadas o bien sin ellas, los
líderes de los partidos políticos van imponiendo en sus filas, a lo que se suma
la más que probable aparición de un nuevo grupo parlamentario, el de Vox. En
definitiva, se configura un nuevo Parlamento con mayoría de caras nuevas que
pone en evidencia la renovación política generacional, pues, bien sea por la
necesidad de “fichajes-estrella” o bien por el empeño de los nuevos liderazgos
de conformar grupos parlamentarios dóciles y afines a nivel interno personal,
la intensa renovación de caras parlamentarias está servida. En el PSOE, aunque
Sánchez choca con Susana Díaz, su enemiga íntima, para imponer las listas en
Andalucía, le impondrá entre otros, sí o sí, el “número dos” en la lista de
Sevilla, recrudeciendo su particular guerra con la andaluza, y, decidido a
purgar el susanismo, mandará al Senado a Antonio Pradas, hombre fuerte de la ex
Presidenta, si prospera la negociación al respecto que pretende el PSOE-A,
mientras que Ferraz, en otros lares díscolos con el sanchismo, también exige
dejar fuera al turolense Urquizu aunque Lambán, el líder socialista aragonés, se
resista a ello. Por su parte en el PP, Casado se libra de los sorayistas en la
renovación de candidaturas y fulmina al marianismo, revolucionando sus listas,
al relegar en las candidaturas a los últimos fieles a Rajoy (Montoro, Ayllón,
Margallo, Maíllo, Jorge Fernández….), mientras recupera a otros, como Álvarez
de Toledo, azote de Rajoy y cercana a Aznar, que rechazó ser número dos por
Madrid para liderar la lista de Barcelona como contrapunto de Inés Arrimadas
para intentar recuperar peso en Cataluña, y ficha a otros como Juan José
Cortés, el padre de Mari Luz, quien afirma “me llamaron otros pero el PP es un
partido de Gobierno, útil”; sin duda, una revolución de listas “sin complejos”
como respuesta clara de renovación, ya que del equipo de Rajoy sólo repetirán
Pastor, Tejerina y Catalá, aunque es cierto que Casado compensa con la lista
europea a ex ministros de Rajoy como Zoido, García-Margallo y Dolors
Montserrat, o a otros pesos pesados, como el ex portavoz del grupo
parlamentario popular, Rafael Hernando. Así, mientras Sánchez pretende liquidar
en sus filas el “susanismo” y el “anti-sanchismo” en general, Casado liquida el
“sorayismo” y el “marianismo” en general, con el objetivo común de, imponiendo
a sus fieles, conformar un Parlamento renovado y sin crítica interna alguna,
para, en todo caso, consolidar definitivamente sus respectivos liderazgos
internos y seguir al frente de sus respectivos partidos bien “en el Gobierno o
en la oposición”. Por otro lado, ambos se aferran al voto útil….. y, mientras
en...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
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