miércoles, 7 de noviembre de 2018

LA JUSTICIA EN EL PUNTO DE MIRA

                        Dos sentencias, la del Tribunal Supremo decidiendo liberar a los bancos del pago del impuesto sobre las hipotecas y la del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo condenando a España por no dar un juicio justo al ex etarra Otegi, pone a la Justicia española en el punto de mira de quienes, interesadamente, vienen intentando desde siempre desprestigiar nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho con la reiterada apelación a que España, a diferencia de otros países miembros de la UE, no es un país justo y, por tanto, es poco democrático. Una falsedad manifiesta e interesada de los agoreros de la perfección democrática angelical (o, según se mire, estandartes del caos y la destrucción democrática), ya que, curiosamente, España es uno de los países menos condenados en toda su historia por el Tribunal de Estrasburgo (según datos de marzo de 2018 del propio TEDH, que por cierto no es una de las instituciones de la UE, Italia ha sido condenada en 31 ocasiones, Alemania en 16, Portugal en 13, Francia en 12, España en 6, Reino Unido en 5 y….Suecia en 1), lo que requiere preguntarse por qué nuestro país es tan mal valorado al respecto por los propios españoles y tan denigrado en el exterior, cuando en todos los sitios cuecen habas y en muchos de ellos, tomados como ejemplos, muchas más que aquí. En definitiva, o los españoles somos masoquistas o nuestros políticos nos hacen serlo, cuando son ellos en las Cortes Generales quienes tienen la potestad de cambiar las leyes y los procedimientos para que los tribunales y los jueces que los forman no puedan concluir de forma documentada y razonada jurídicamente una cosa y la contraria (como sucede con el caso de las hipotecas) o para impedir que una sentencia condenatoria tras probar los hechos juzgados se vea enturbiada por cuestiones procedimentales fácilmente salvables (como sucede en el caso de Otegi). Pero en España se tiene la sensación de que nadie está dispuesto a coger el toro por los cuernos para mejorar procedimientos y leyes, manifiestamente mejorables, frente a quienes distorsionando las realidades se encargan de minimizar o magnificar las cosas según les conviene para embarrar la situación con mentiras o verdades a medias sencillamente porque se sienten más a gusto en el barrizal (cuanto peor, mejor) que proponiendo mejoras legislativas o procedimentales para resolver los inevitables problemas que vayan surgiendo. Al fin y al cabo lo que tanta alarma interesada está generando en estos días, al margen de los errores o aciertos que haya habido, consiste en que el Supremo decide al final dejar las cosas como estaban durante veinte años, y en que Estrasburgo da la razón a Otegi en que en el tribunal que le juzgó y le condenó por hechos delictivos probados, había algún miembro supuestamente no imparcial. Pues bien, las reacciones de unos y otros no se han hecho esperar: sobre....... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
  

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