sábado, 10 de noviembre de 2018

DE MAL EN PEOR

                        Las reacciones tras el incomprensible comportamiento del Tribunal Supremo sobre el impuesto hipotecario, con sendas sentencias contradictorias incomprensiblemente, no se han hecho esperar y, lamentablemente, no para mejorar la situación. La voracidad de los partidos políticos y del Gobierno para sacar rédito electoral de tan grave asunto impide ver la necesidad de intentar evitar para siempre que el TS, por mera ambigüedad de la ley hipotecaria, pueda emitir con argumentos jurídicos dos sentencias totalmente opuestas en algo tan sencillo como es si dicho impuesto lo han de pagar los bancos o los clientes. ¿No les parece kafkiano el asunto? Bastaría con elaborar una nueva ley hipotecaria en las Cortes Generales, o mejorar la ley vigente, dejando bien claro quién debe pagarlo. Pero no, el Gobierno y los distintos grupos parlamentarios, prefieren ir cada uno a la suya y en vez de formular propuestas concretas en el Congreso de los Diputados para que se debatan y sepamos de qué pie cojea cada uno (ya en febrero una propuesta de Podemos, la única presentada al respecto, solicitando que lo pagaran los bancos, fue rechazada con los votos en contra de PP y Ciudadanos y la abstención del PSOE), se dedican a marear la perdiz en una ceremonia de confusión para engañar a la ciudadanía y, de paso, aumentar la crisis de credibilidad del TS, cuyo Presidente ya achacó el despropósito de su actuación a la falta de claridad de la ley, responsabilidad exclusiva del Legislativo (el Judicial, sólo debe aplicarla). El asunto pues, en vez de mejorar, va de mal en peor…. En efecto, salvo Podemos, que mantiene su propuesta de que paguen los bancos y con efecto retroactivo (rechazado en febrero por PP, Ciudadanos y PSOE), siendo, al menos en esto, coherente de momento, el resto de partidos, que han permitido la vigencia de semejantes desmanes legislativos, andan mareando la perdiz y, en vez de decantarse por consensuar una ley en el Parlamento con amplio respaldo político para zanjar el despropósito de una vez por todas, se dedican a gritar a los cuatro vientos sus nuevas y precipitadas proclamas, con matices demagógicos: el PP opta ahora por eliminar el impuesto y promete eliminarlo; el PSOE se decanta ahora porque paguen los bancos y, como gobierna, su líder, Pedro Sánchez, lo impone unilateralmente con un decreto ley; y Ciudadanos apuesta, sin decir cómo, por la “fórmula más adecuada” ya que “hay que ir con cuidado y no hacer chapuzas” advirtiendo que el decretazo (otro más) “puede tener problemas de inconstitucionalidad”, mientras pide al Gobierno que lo tramite como “proyecto de ley en lectura única”. El lío pues está servido, aunque la habilidad oportunista de Sánchez, una más, difícilmente puede ser rechazada ahora por los demás; cuando la cuestión es ¿y por qué rechazaron la propuesta de IU-Podemos en febrero? Al fin y al cabo, Sánchez, con su decretazo ha optado por la inicial propuesta perdedora del Presidente de la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo del Supremo para que paguen los bancos pero sin retroactividad…..¿acaso es esto último el quid de la cuestión? Pues, dígase. La realidad es que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

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