Las reacciones tras el
incomprensible comportamiento del Tribunal Supremo sobre el impuesto hipotecario,
con sendas sentencias contradictorias incomprensiblemente, no se han hecho
esperar y, lamentablemente, no para mejorar la situación. La voracidad de los
partidos políticos y del Gobierno para sacar rédito electoral de tan grave
asunto impide ver la necesidad de intentar evitar para siempre que el TS, por
mera ambigüedad de la ley hipotecaria, pueda emitir con argumentos jurídicos dos
sentencias totalmente opuestas en algo tan sencillo como es si dicho impuesto
lo han de pagar los bancos o los clientes. ¿No les parece kafkiano el asunto?
Bastaría con elaborar una nueva ley hipotecaria en las Cortes Generales, o
mejorar la ley vigente, dejando bien claro quién debe pagarlo. Pero no, el
Gobierno y los distintos grupos parlamentarios, prefieren ir cada uno a la suya
y en vez de formular propuestas concretas en el Congreso de los Diputados para
que se debatan y sepamos de qué pie cojea cada uno (ya en febrero una propuesta
de Podemos, la única presentada al respecto, solicitando que lo pagaran los
bancos, fue rechazada con los votos en contra de PP y Ciudadanos y la
abstención del PSOE), se dedican a marear la perdiz en una ceremonia de
confusión para engañar a la ciudadanía y, de paso, aumentar la crisis de
credibilidad del TS, cuyo Presidente ya achacó el despropósito de su actuación
a la falta de claridad de la ley, responsabilidad exclusiva del Legislativo (el
Judicial, sólo debe aplicarla). El asunto pues, en vez de mejorar, va de mal en
peor…. En efecto, salvo Podemos, que mantiene su propuesta de que paguen los
bancos y con efecto retroactivo (rechazado en febrero por PP, Ciudadanos y
PSOE), siendo, al menos en esto, coherente de momento, el resto de partidos,
que han permitido la vigencia de semejantes desmanes legislativos, andan mareando
la perdiz y, en vez de decantarse por consensuar una ley en el Parlamento con
amplio respaldo político para zanjar el despropósito de una vez por todas, se
dedican a gritar a los cuatro vientos sus nuevas y precipitadas proclamas, con
matices demagógicos: el PP opta ahora por eliminar el impuesto y promete
eliminarlo; el PSOE se decanta ahora porque paguen los bancos y, como gobierna,
su líder, Pedro Sánchez, lo impone unilateralmente con un decreto ley; y
Ciudadanos apuesta, sin decir cómo, por la “fórmula más adecuada” ya que “hay
que ir con cuidado y no hacer chapuzas” advirtiendo que el decretazo (otro más)
“puede tener problemas de inconstitucionalidad”, mientras pide al Gobierno que
lo tramite como “proyecto de ley en lectura única”. El lío pues está servido,
aunque la habilidad oportunista de Sánchez, una más, difícilmente puede ser
rechazada ahora por los demás; cuando la cuestión es ¿y por qué rechazaron la
propuesta de IU-Podemos en febrero? Al fin y al cabo, Sánchez, con su decretazo
ha optado por la inicial propuesta perdedora del Presidente de la Sala Tercera
de lo Contencioso Administrativo del Supremo para que paguen los bancos pero
sin retroactividad…..¿acaso es esto último el quid de la cuestión? Pues,
dígase. La realidad es que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/).
No hay comentarios:
Publicar un comentario