Mientras PP y Ciudadanos
exigen a Pedro Sánchez que no ignore el “ultraje” de Torra al Rey y recriminan
al President que utilizara el dolor de las víctimas del 17-A para “atacar al
Estado”, tal como manifestó en público durante su particular homenaje, el PSC
elude “entrar en controversia” con las amenazas de Torra en este belicista
llamamiento, en tanto que el Gobierno de Sánchez calla de nuevo ante lo
acaecido y Casado le exige que frene semejantes chulerías. Es más, la
vicepresidenta Calvo pide a la oposición lealtad con la crisis catalana y
minimiza la nueva amenaza de Torra afirmando que “con una frase inaceptable no
se ataca al Estado” (evidentemente mientras no declare la guerra no hay ataque,
al igual que quien amenaza de muerte a otro no hay homicidio hasta que no lo
mate), como respuesta a las críticas de PP y Ciudadanos, avivando la polémica
al exculpar al President cuando dice que “Torra no atacó al Estado” mientras
reprocha a las “derechas españolas” de tener “un discurso radical” cuando
Casado le exige que “defienda España”. En fin, otro despropósito más cuando
afrontar el pulso totalitario del secesionismo catalán al Estado Español
(democrático y homologable con los de su entorno pero que ellos consideran
represor), no es cuestión ni de izquierdas ni de derechas, sino sencillamente
de supervivencia democrática que, al margen de la ideología, debieran defender todos
los partidos y gobiernos democráticos. Así las cosas, los separatistas preparan
en Cataluña otro otoño caliente y se presume que Puigdemont, que se muestra muy
satisfecho con los actos del 17-A, redoblará el desafío ante la “debilidad de
Sánchez”, pues quiere adelantar elecciones y ser candidato antes de una posible
inhabilitación, mientras Torra envía a los Mossos contra quienes retiran lazos
amarillos (los agentes identifican a 14 personas y les amenazan con multas de
hasta 30.000 euros), en tanto que la Fiscal del Estado dice que tan “lícito” es
poner lazos amarillos como quitarlos. Ya ven, la represión de la Generalitat,
la inacción legislativa del Govern de Torra (sólo ha dado el visto bueno a
cuatro proyectos de ley paralizados por el 155) y la debilidad parlamentaria
del Gobierno de Sánchez y su mano blanda para tratar la crisis catalana,
generan un caldo de cultivo poco favorable a frenar el desafío soberanista, por
lo que ya Ciudadanos y el PP plantean la idea de otro 155 para Cataluña si
Torra sigue con las provocaciones. No extraña que Cuevillas, abogado de
Puigdemont, y Pilar Rahola avancen un “otoño potente” y llamen a volver al 1-O
“al lugar del crimen” ya que “vamos a por todas, la haremos gorda y no habrá
marcha atrás”, en tanto que Puigdemont ficha al líder de ERC en Tarragona para
su.... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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