Me temo que Pedro
Sánchez comete un grave error al anunciar rotundamente que rechaza abrir
“ninguna vía judicial más” con Cataluña pues obviamente eso no dependerá de él,
como no dependía de los anteriores gobiernos de España, sino del carácter
delictivo o no que tenga el Govern de la Generalitat o el Parlament de
Catalunya, pues en caso de que siguiera (y así lo parece) por el camino de la
delincuencia o el golpismo, actuando al margen de la Legalidad vigente, sería
pernicioso que el Gobierno de España (el de Sánchez o el de quien fuera) se
quedara con los brazos cruzados o mirando hacia otro lado mientras las
instituciones catalanas (o de cualquier otra comunidad autónoma) atropellaban
los derechos y libertades de todos los españoles. Por tanto, es peligrosa esta
rotunda afirmación, ni aunque se haga en favor de esta especie de nueva
política de marketing para congraciarse con los golpistas, quienes obviamente
van a lo suyo. Menos mal que, como no podía ser de otra forma, Sánchez acudirá
junto al Rey (es decir, el Jefe de Estado”, al aniversario del atentado en
Barcelona, a pesar de que el mismísimo Torra diga públicamente que “los
catalanes no tienen Rey”, lo cual, a pesar de ser mentira, debiera ser
constitutivo de delito en boca de un representante del Estado como es el caso.
Sánchez espera que Torra, quien no ha invitado a Felipe VI a ningún acto,
aunque sólo fuera por respeto (no sólo al Jefe de Estado sino al pueblo
español, incluido el catalán) y de forma protocolaria (tal como mandan los
cánones civilizados), respete al Rey, pues considera que la ausencia de éste en
los actos programados se percibiría como una cesión, cuando la verdadera cesión
(y temeraria) es renunciar a la “vía judicial”, imprescindible en todo Estado
de Derecho, contra los independentistas catalanes. Por su parte el Rey,
ignorando la provocación de Torra, irá a los actos del 17-A y Moncloa ya ha
informado a la Generalitat de que el Jefe de Estado acudirá al pertinente
homenaje a las víctimas, aunque todo apunta a que el President catalá
“boicoteará” todos los actos de la Corona en Cataluña. Y, mientras la
Generalitat da empleo y sueldo a investigados y huidos, Sánchez convierte el
Consejo de Ministros en un acto de propaganda, anunciando, en su primera rueda
de prensa en dos meses, que agotará la legislatura, pues no se trata de
“aguantar” sino de “avanzar”, y afirmando que su llegada al Gobierno supone un
“cambio de época”, mientras proyectaba imágenes triunfalistas de sí mismo (y
eso que hasta ahora fue incapaz de ganar unas elecciones). Por su parte es
obvio que el objetivo populista y secesionista, artífices del éxito de Sánchez
en la moción de censura, es minar como sea la Monarquía, creyendo que..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista,
http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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