miércoles, 2 de agosto de 2017

GOLPE DE ESTADO EN VENEZUELA


                        Tal como Maduro tenía previsto se materializó el domingo la ilegítima votación de su unilateral empeño Constituyente para dotarle de amplísimos poderes personales que, además de perpetuarle en el poder, le permitan ejercerlo casi a su antojo frente a la inmensa mayoría del pueblo venezolano convertido cada vez más en súbdito y no en ciudadano. Aunque la citada votación impuesta estuvo marcada por la violencia (al menos 14 muertos) y por la abstención indiscutible (un 41% de participación, según los chavistas, y un 12%, según los opositores), es lo de menos, ya tiene Maduro el plan perfecto para imponer una nueva Asamblea Legislativa, hecha a su medida, para sustituir al Parlamento legítimo que en las últimas elecciones plenamente legales concedió una mayoría indiscutible a la oposición al régimen. Un golpe de gracia chavista a la democracia venezolana durante una jornada marcada por la represión policial, las urnas semivacías, el pueblo en la calle protestando y muerto de hambre, severa contención policial y violencia por doquier, gracias al que Maduro perpetra su indiscutible e indiscutido golpe de Estado (un autogolpe perfecto, “el madurazo”, desde el poder conseguido democráticamente, al mejor estilo hitleriano) y sienta las bases para un “superpoder de poderes” con la farsa de esta Asamblea Constituyente elegida sin la participación de la oposición y sólo por los partidarios del régimen, con militares a pie de urnas y periodistas a 500 metros, que, a pesar del fracaso de participación, no impedirá al dictador tomar todo el poder en Venezuela y finiquitar definitivamente la democracia. Y mientras un repudiado Maduro se jacta de su autogolpe con el chabacano estilo chulesco que le caracteriza (amenazando a los parlamentarios opositores legítimos y legales, así como a la fiscalía independiente, con quitarles la inmunidad, y celebrando su “victoria” en medio de un baño de sangre) la mayoría de los países de América Latina le planta cara y, junto a la mayoría de países de la comunidad internacional, le da la espalda y no reconoce semejantes resultados, en tanto que varios embajadores apoyan obviamente en la Asamblea Legislativa a los parlamentarios legítimos, amenazados de extinción. Por su parte Maduro, cada vez más cerca de conseguir su felonía, exhibe su “suprapoder” y endurece la represión tras el golpe de la Constituyente, al extremo de que sus matones, sin orden judicial alguna y a su antojo, se presentan con nocturnidad y alevosía en los domicilios de sus principales opositores, Leopoldo López y Antonio Ledezma, quienes ya cumplían arresto domiciliario, y les raptan para, supuestamente, encarcelarlos de nuevo, con el argumento de “riesgo de fuga”. Dice Mitzy Capriles, esposa de Ledezma, que “el dictador Maduro los detuvo porque está aterrado por su fracaso”, asegurando que, tras las elecciones del domingo, “al régimen sólo le queda la represión más absoluta” y que “el dictador sigue el ejemplo de los calabozos cubanos”, mientras pide a España que le imponga sanciones. Y mientras España pide a la UE que imponga sanciones al dictatorial régimen venezolano y a los dirigentes chavistas, los filochavistas de Podemos y, muy especialmente IU, siguen sin condenar el golpe en Venezuela e incluso... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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