En plena ebullición de
la “turismofobia” y en plena polémica sobre la forma de garantizar la seguridad
en el aeropuerto de El Prat, justo cuando el Parlament retrasa la “ley del
referéndum” a la espera de una salida que impida la reacción del Gobierno, el
autoproclamado Estado Islámico siembra el terror en España, concretamente en
Barcelona, perpetrando un atentado planificado y bien organizado que deja, al
menos, trece muertos y cien heridos, con ramificaciones en Cambrils, donde han
sido abatidos por los Mossos otros cuatro yihadistas con cinturones de
explosivos que pretendían perpetrar otra matanza. En efecto, una furgoneta
alquilada se lanza en zigzag contra la multitud, que huye aterrada, en Las
Ramblas de Barcelona y, con el patético estilo de Niza o Londres, busca
alcanzar al mayor número de personas hasta estrellarse contra un kiosco,
momento de confusión y pánico que el conductor aprovecha para huir a pie,
dejando en el suelo a los citados muertos y heridos. Puesto en marcha el
pertinente protocolo, la Policía detiene a un melillense y a un marroquí por
estar relacionados con la masacre, detectando que no se trata de un lobo
solitario sino de una célula yihadista bien organizada, mientras prosigue la
búsqueda del autor material de la masacre y son cerrados al instante los
comercios, las oficinas y los medios de transporte en la zona. Y en plena
operación de captura del terrorista huido, los Mossos, horas después, abaten a
cuatro terroristas en Cambrils, donde dejan cinco heridos por atropello e
intentaban rematar una masacre con cinturones explosivos. El IS, tras semanas
reclamando en las redes una matanza en “Al Ándalus” jalea ahora al yihadista
huido en La Rambla y reivindica el atentado, después de que, tras muchos
intentos de atentados abortados por las Fuerzas de Seguridad del Estado, en
esta ocasión haya conseguido llevarlo a cabo. Mientras prosiguen las
investigaciones, Rajoy, con la Vicepresidenta del Gobierno y el Ministro de
Interior, se traslada a Barcelona para ponerse al frente de la crisis y
convocar el “pacto antiyihadista”, que incomprensiblemente algunos partidos no
han firmado, mientras Felipe VI dice que los autores del atentado “son unos
asesinos” y que “toda España es Barcelona”, pues no en vano sólo con la unidad
de todos podemos afrontar semejante barbarie. Entretanto se pone de manifiesto
la... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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