Es paradójico (o
parajódico, como quieran ustedes) que en pleno mes de agosto y nuestro país a
rebosar de turistas (tanto nacionales como internacionales), que se dejan
millones de euros en sus vacacione y permiten que se genere empleo a muchos
ciudadanos, aliviando las todavía excesivas tasas de paro, haya determinados
grupos políticos que se dediquen a adoctrinar en la turismofobia e incluso la
combatan de forma violenta, tal como vienen haciendo los cachorros de
formaciones anticapitalistas radicales que, en vez de aportar nada positivo a
nuestra sociedad y a nuestra economía, prefieren desbaratar de forma
intolerable lo que con no pocas dificultades y durante mucho tiempo se ha
conseguido construir para que, entre otras cosas, ellos tengan garantizados los
servicios esenciales del Estado, un nivel de vida desarrollado y un futuro cada
vez mejor en paz y libertad. Intolerable pues que practiquen su máxima de que
las cosas cuanto peor mejor, la teoría del caos, que es precisamente la mejor
situación para desenvolverse impunemente entre el fango de la violencia, la
miseria y el subdesarrollo. Y, como, Dios los cría y ellos se juntan, si en
principio los ataques al turismo, iniciados en Barcelona, se fueron extendiendo
de Cataluña a Baleares y Valencia (el territorio de los Països Catalans,
paradisíaco para la CUP y sus formaciones juveniles si lograran algún día
imponer su ultranacionalismo radical totalitario y su modelo político
abominable), los “abertzales” vascos no han tardado en sumarse a esta campaña
antiturística, apoyada por la CUP (que desde su minoría política es quien
decide en el Govern), de agresiones físicas (a hoteles, a autobuses turísticos,
a yates, a infraestructuras turísticas…) y llenando las calles de carteles y
panfletos que invitan a los turistas que se vayan a su casa, al extremo de que,
tras los sabotajes de Barcelona y Palma, grupos afines a Sortu piden boicotear
la Semana Grande de San Sebastián, para iniciar también en País Vasco y Navarra
lo que ya se conoce como “turismo-borroka”, la versión vasco-navarra de la
turismofobia intolerable de los radicales catalanes. Obviamente, mientras se
desata una alarma en el sector y entre la inmensa mayoría de los españoles por
la turismofobia, justo en este año récord del gasto de los extranjeros en
España, la prensa extranjera, ante este boicot de la CUP que pretende
extenderse como la espuma, lanza titulares como “España maltrata a los
turistas”, pues, ya se sabe, “a río revuelto…”, y nada mejor que aprovechar la
mala imagen para que en este mundo globalizado otros países competidores en
turismo con España se beneficien directamente consiguiendo la “…ganancia de
pescadores”. Así de simple y así de sencillo de entender, mientras el sector
turístico español, donde trabajan millones de personas, teme por las pérdidas
económicas que se puedan dar a causa de esta mala imagen de España, diseñada
por los radicales. Se da la circunstancia además que, parajódicamente (o
paradójicamente), Cataluña es la CA que más se beneficia del gasto récord de
37.000 millones de extranjeros que se han dado hasta el mes de junio. Y, para
poner la guinda, se desata una... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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