martes, 8 de agosto de 2017

SOBERANISMO Y TURISMOFOBIA


                        El reto soberanista y la turismofobia son dos fenómenos confluyentes en el tiempo que inciden muy negativamente en la imagen de España y, por tanto, en su futuro económico, social y político. Dos fenómenos interrelacionados que, promovidos por radicalismos totalitarios desde Cataluña, pretenden extenderse a otras zonas de España. No en vano, aunque, según NCReport, el 84% de españoles apoya al sector turístico y la mayoría condena los ataques de los radicales y cree que perjudica a la economía, aunque admita que el sector turístico se ha deteriorado, Ada Colau minimiza semejante violencia manifestando que los ataques de Arran (los cachorros de la CUP) son hechos aislados y que “no hay que magnificar”. Todo lo contrario que Rajoy, quien, tras reunirse con el Rey en Marivent, recomienda “mimar a los turistas” y “no tratarlos a patadas” ya que hacerlo “es un disparate”, añadiendo además sobre el problema huelguístico de El Prat (otra coincidente confluencia, curiosamente) que “nadie debería utilizar este asunto por razones meramente políticas” y sobre el desafío soberanista que “los radicales no marcarán el rumbo”, mientras Cristina Narbona, presidenta del PSOE, dice que “hay que reordenar el turismo y establecer límites cuantitativos” y que “el Gobierno debe utilizar todos los medios a su alcance para impedir el referéndum desde la mesura”. Lo cierto es que el soberanismo usa las colas en El Prat para su campaña del 1-O, mientras la Generalitat acusa al Gobierno (¡cómo no!) de mirar el conflicto “desde lejos” y la ANC reparte panfletos entre los cabreados pasajeros a favor del “sí” en el anunciado referéndum, por más que Rajoy sostenga que no se va a celebrar y les pida que “no sean mezquinos”. Mientras tanto se mantiene el colapso en el aeropuerto con posturas de negociación laboral muy encontradas entre empresa y trabajadores y, por su lado, la CUP radicaliza su “turismofobia” reclamando expropiar Port Anentura, en tanto que PSOE y Podemos denuncian una “posible prevaricación de Vargas” por hacer que España pierda 8.000 millones, reclamando investigar la privatización de AENA en pleno caos aéreo, mientras el independentismo saca partido del colapso y los sindicatos amenazan con una huelga general. Siniestro y preocupante panorama en plena eclosión del pretendido golpe de Estado diseñado, al mejor estilo de Maduro, desde el Govern de Cataluña, cuando desde el más puro sentido común y desde los más profundos principios democráticos, todos los partidos no contaminados por trasnochados totalitarismos debieran ponerse... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)

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