Aunque, según NCReport,
la mayoría de los catalanes rechaza un “Estado en forma de República”, el 54´1%
cree que el referéndum no se va a celebrar y el 46% opta por una consulta
pactada (imposible salvo que se cambie la Constitución) y no por la vía
unilateral (ilegal a todas luces), Puigdemont se jacta ante los alcaldes
independentistas de que el “procés” da “miedo” al Estado. Y no le falta razón
pues cualquier intento de golpe de Estado suele dar miedo, sobre todo a que
triunfe, aunque, obviamente, el Estado tenga en sus manos todos los resortes
legales para hacerlo abortar, salvo que se llegue a una situación caótica. La
realidad es que el 80% de los municipios de Cataluña avalan el ilegal
referéndum, aunque en su mayor parte son localidades pequeñas que representan
en su conjunto sólo el 43% de la población catalana (daría igual si
representaran más), aunque cabe la posibilidad de que a ellos se sume el
Ayuntamiento de Barcelona, pues Ada Colau definitivamente apoya el referéndum
ilegal, como era de esperar, y pone en la encrucijada al PSC, que sostiene su
gobierno municipal, con lo que al tomar partido por la consulta independentista
la alcaldesa populista ahonda en la fractura de sus socios de gobierno
socialistas, quienes en Barcelona se oponen a la mascarada del 1-O, aunque en
otros municipios la amparan. Así pues, al votar Colau en contra de una moción
del PP, que pedía no dar medios a dicha ilegalidad, la alcaldesa populista abre
la puerta a que el Ayuntamiento barcelonés colabore en la ilegal consulta, sin
provocar una reacción contundente por parte de sus socios socialistas. Y ante
tanta ambigüedad calculada y tanta irresponsabilidad, el segundo borrador de la
Ley de ruptura de la Generalitat diseña un foro de modelo bolivariano para
hacer la Constitución catalana, cuyo texto saldría de un proceso asambleario
dirigido por un foro social constituyente, con lo que la hipotética república
independiente podría llegar a proclamarse sin pasar antes por las urnas y el
llamado Presidente de la República asumiría también el cargo de Jefe del
Gobierno….. y ¡por qué no, el título de Generalísimo!. Mientras tanto, Colau
permite además presentar un libro que niega los crímenes de Stalin, mientras
Iceta, el primer político que declaró su condición homosexual, bromea sobre el
nuevo líder del PSOE, al que apoya claramente, diciendo que “ni Pedro Sánchez
es mi tipo…ni acordará un referéndum” y asegura, ¡menos mal!, que “el futuro de
Cataluña deben votarlo todos los españoles”, con lo que muchos españoles se
preguntan qué hacen entonces algunos ayuntamientos catalanes dirigidos por
socialistas apoyando el ilegal “procés”. Por su parte, alcaldes del PDeCat no
firman ceder locales el 1-O, evidenciando un verdadero cisma soberanista, al
negarse a suscribir el manifiesto del acto con Puigdemont de compromiso con el
ilegal referéndum independentista por las consecuencias de la “autoridad
judicial”. En fin, un... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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