SORIA, VETE YA

                        Como en otras tantas ocasiones cuando a un político lo pillas con las manos en la masa o en un renuncio sólo cabe pedirle por el bien de todos, incluido de él mismo, que se vaya y, si puede, que se defienda de los cargos que se le imputen. Es necesario pues que Soria, el Ministro de Industria, abandone el Gobierno lo antes posible y, si no lo hace, que Rajoy lo destituya y lo releve, al margen de la circunstancia de su Gobierno en funciones. Y Soria debe de irse, no ya porque se le acuse de ningún delito que, de momento nadie le imputa, sino porque ha mentido a todos los españoles incluido el Presidente del Gobierno que le nombró en su equipo. En efecto, tras desmentir rotundamente y públicamente que jamás tuvo sociedades en paraísos fiscales, que jamás figuraba en ninguna de ellas, resulta que firmó la liquidación de una sociedad en Jersey mientras era alcalde de Las Palmas, y, obviamente, tras conocer la existencia de su sociedad opaca el Gobierno al que pertenece marca distancias de momento y Soria no acudirá hoy a la reunión del Consejo de Ministros, mientras el PP le urge a que aclare sus “contradicciones” sin esperar al lunes en que comparecerá en el Congreso de los Diputados, ya que en el partido advierten que “no vamos a explicar nosotros lo que él no es capaz”. Rajoy, que hasta el miércoles creía en las explicaciones iniciales de Soria, tras conocerse la empresa en Jersey, alberga serias dudas pues parece probado que el ministro fue administrador de la misma entre 1993 y 2002, siendo ya incluso político en activo y que junto a su hermano camuflaron su participación en la compañía a través de dos firmas pantalla facilitadas por el antiguo BBV, las mismas que aparecen en Bahamas. Pero no basta con la indignación que Soria ha provocado en el Gobierno tras destaparse el escándalo, ni que parte de la dirección del PP presione para que dimita de forma inminente, ni que esperen que se vaya como “gesto político”, ni que, por supuesto, quede fuera de las listas si hubiera nuevas elecciones…. Ni siquiera vale ampararse en presunciones de inocencia ya que... (sigue leyendo en

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