Mientras se abre el
diálogo a tres entre PSOE, Podemos y Ciudadanos entre reproches y desconfianza
entre unos y otros, agravados por los lógicos recelos desatados en Ciudadanos
tras la reunión secreta de Sánchez y Junqueras; mientras en la antesala de la
reunión Iglesias y Rivera se cruzan duras acusaciones desde la tribuna del
Parlamento; y mientras, según se publica, Sánchez pacta el apoyo de
Convergència a cambio de un cierto alivio fiscal para la arruinada Cataluña, al
extremo de que CDC diera a elegir al candidato socialista entre la abstención o
el voto a favor a causa de la asfixia económica comunitaria y el temor a ser
fagocitada por ERC, cogobernantes con ellos en la Generalitat; mientras todo
esto sucede, los críticos de Sánchez temen que pacte con el separatismo, en
tanto que los líderes territoriales socialistas alertan de posibles concesiones
sobre Cataluña para llegar a un acuerdo, convencidos, tanto los barones, como
el PSOE andaluz y diputados díscolos, de que Sánchez busca un acuerdo con ERC y
DL, sospechando que acabará negociando con Podemos si Ciudadanos, el convidado
de piedra, se levanta de las absurdas negociaciones en las que ellos solitos se
han metido, con lo que el rifirrafe en sede parlamentaria entre Iglesias y
Rivera se convierte en un anticipo, una especie de aperitivo, del talante
negociador de la inminente reunión del tripartito. Y por si todo lo anterior no
fuera suficiente, mientras C´s avisa al PSOE de que “no habrá más cesiones a la
izquierda”, aunque no escarmientan de forma rotunda del coqueteo a sus espaldas
de su socio Sánchez, Ricardo Blázquez, Presidente de la Conferencia Episcopal,
pone la guinda al pastel, alertando, con razón, de que la “incertidumbre
política” puede dejar heridas en la convivencia y pidiendo anteponer “el bien
común” a los intereses particulares, pero añadiendo que “un partido puede
abstenerse para que haya Gobierno” porque “eso es generosidad”. Es obvio que el
cardenal o no se entera de la misa la mitad o es que su reino no es de este
mundo, aunque con el “pitufeo” de Podemos de la sensación de que pudiera serlo,
ya que es milagroso que personas sin recursos donen 5.000 euros al partido tan
generosamente en pro de la causa revolucionaria. En efecto, la UDEF investiga
si blanquearon el dinero de Venezuela, Irán o Qatar a través del
“crowdfunding”, pues la policía detecta que decenas de donantes de las cuentas
podemitas no pagan IRPF al no alcanzar el mínimo de 12.000 euros anuales,
mientras el... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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