Con el más que
previsible resultado de la consulta de Podemos a sus bases, rechazando de forma
casi unánime (para que no haya dudas) el acuerdo de gobierno PSOE-Ciudadanos y
respaldando un gobierno PSOE-Sopa de Letras (Podemos, Mareas, Compromís,
independentistas y todos los –istas que se pueda), que el Comité Federal
socialista rechaza, al igual que hace con la gran coalición PP-PSOE-Ciudadanos,
que ofrecen los populares, estamos abocados ya de forma casi definitiva a la
antesala de la repetición de las elecciones generales en las que, ante la falta
de reflexión y de responsabilidad de nuestros líderes políticos, tendremos que
ser los ciudadanos quienes hagamos un plus de reflexión antes de acudir a las
urnas, exigiendo previamente que durante la campaña electoral cada partido nos
diga clara y contundentemente cuál será su estrategia de pactos en caso de no
obtener la mayoría absoluta para gobernar. Ya que no tenemos la posibilidad de
una segunda vuelta (en este caso entre Rajoy y Sánchez, los más votados en las
elecciones) para elegir directa y democráticamente a nuestro futuro Gobierno y
sufrimos la incapacidad de nuestros políticos para ponerse de acuerdo en los
despachos (¡y mira que caben chanchullos!) lo menos indecente que pueden hacer
es decirnos previamente con qué fuerzas pactarán tras la repetición de
elecciones para que los españoles sepamos a qué atenernos, no vaya a ser que,
en caso de resultados similares, nada improbables, sigamos sumidos en la farsa
de la incompetencia y del engaño como han hecho ahora. Ya de entrada es curioso
que en la citada consulta de Podemos se permita votar a militantes ficticios,
como algún medio de comunicación ha demostrado validando una identidad falsa,
con esa moda de la inscripción en las redes sociales. Entretanto, los partidos
desoyen al Rey y se resignan a la repetición de las elecciones sin más y en
plena precampaña, como es el caso, García Margallo dice, y con razón, que
“abrir la sucesión de Rajoy pondría en riesgo el futuro del PP”; Podemos
seguirá intentando el “sorpasso” para liderar la izquierda; y el PSOE busca ya
recuperar el voto de izquierda tras su pacto con Ciudadanos, que no sabemos si
prometerá de nuevo apoyar a la lista más votada para después incumplirlo y sumarse
al veto a dicha lista de su socio socialista. Esta es la situación cuando
algunos recuerdan que, según los Estatutos del PSOE, Sánchez podría ser
expulsado si pacta “in extremis” con los independentistas ya que el Comité
Federal vetaría dicho acuerdo en contra de su declaración y los estatutos
contemplan echar a quienes contravengan las decisiones del partido; se olvidan
quienes así dicen que eso era cuando el PSOE era un partido serio y organizado
en vez de este PSOE de Sánchez con tendencias al.... (sigue leyendo en
Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/)
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