jueves, 2 de noviembre de 2023

ACATAR Y NO ATACAR LA CONSTITUCIÓN

                         Convendrán conmigo que la Constitución es el marco legal establecido democráticamente por la inmensa mayoría de los españoles y que, mientras esté vigente, todos, absolutamente todos, hemos de acatarla y no atacarla ya que es la garantía de que nadie conculque nuestros derechos ciudadanos según le convenga; es, en definitiva, la base de la democracia y del Estado de Derecho, y, por tanto, imprescindible para la convivencia en paz, libertad e igualdad de la ciudadanía. En ella se establecen los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos, los mecanismos de su propia modificación para adecuarla al devenir de los tiempos y el papel de las diversas instituciones que conforman el Estado, así como la imprescindible división e independencia de los tres poderes básicos del Estado, es decir, el Poder Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, que cada uno de ellos y en sus respectivos ámbitos territoriales ejercerán sus respectivas competencias, que todos conocemos o debiéramos conocer. Así lo entiende la principal institución democrática, la Corona o Jefatura de Estado, que en España, como en otra serie de países con democracia avanzada, consiste en la Monarquía Parlamentaria, modelo por el que se decantan, entre otros, los ingleses, daneses, holandeses, suecos, noruegos.....poco sospechosos de no ser libres y democráticos, mientras que en España se pone en cuestión el modelo monárquico con el absurdo argumento de que no es democrático, dándose la paradoja de que, curiosamente, la Corona acata, sin reserva alguna, la Constitución elegida y promulgada por los españoles, mientras otras instituciones como, entre otras, el propio Gobierno, máxima instancia del Poder Ejecutivo, o algunos otros gobiernos territoriales, lo hacen con reticencias o simplemente se oponen a este modelo de Jefatura de Estado, intentando acabar con la Carta Magna mediante atajos antidemocráticos y al margen de los procedimientos establecidos que la propia Constitución contempla para ser modificada al respecto si quienes promulgan dicha reforma cuentan con las mayorías parlamentarias pertinentes, que no es el caso. Es obvio que la Jefatura del Estado sí acata y no ataca a la Constitución, tal como, una vez más, ha evidenciado durante el solemne acto de jura de la Constitución de la Princesa Leonor, con motivo de su mayoría de edad, que ha tenido que hacer en ausencia de tres ministros (los tres de Podemos, dentro del confuso marco de Sumar), de varias decenas de diputados (los de los cinco partidos que negocian con Sánchez su investidura, más los de Podemos, que forma parte del actual gobierno de coalición) y de los presidentes autonómicos del País Vasco y Cataluña…..precisamente todos ello son los que están negociando con Sánchez una investidura a cambio de varias cesiones de dudosa constitucionalidad y legalidad democrática. No obstante, Leonor, que “representa la unidad de España con sus singularidades” (justo lo que no quieren Sumar, Podemos, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG, IU, Compromís, Mes per Mallorca y Comunes….cuando entre todos juntos apenas representan a 1´5 millones de españoles con 57 escaños, justo los que necesita Sánchez para ser investido), mientras por fin el Presidente acepta “in extremis” posar protocolariamente con la Princesa, superando el temor a que sus impresentables socios se molestaran y no le garantizaran la investidura; en todo caso la heredera de la Corona y futura Reina o Jefa de Estado, manifiesta emocionada e ilusionada en su jura de la Constitución “pido que los españoles confíen en mí” y expresa su compromiso con los valores democráticos arropada por los tres poderes del Estado, jurando “velar por la unidad y permanencia de España” (justo lo que no quieren los socios de Sánchez), pues “tengo toda mi confianza en el futuro de España” y defenderé “siempre los intereses generales de nuestra nación”. Por su parte el Rey Felipe, su padre, le marca el principal deber como Jefe de Estado diciéndole “cumple y respeta la Constitución” y mientras celebra “la continuidad de la monarquía parlamentaria” insta a su hija a trabajar “día tras día” por la “democracia y la libertad” y para mostrarle su cariño le dice “no estarás sola en tu camino” mientras las Cortes con sus diputados y senadores puestos en pie la ovacionaban durante cuatro minutos…. ¡Qué paradoja, los demócratas de toda la vida se quedaban voluntariamente fuera del Parlamento!, es decir, fuera del Sancta Sanctorum de la democracia, son los socios con los que Sánchez cuenta para ser investido.

            Los ausentes, que libremente deciden desacatar la Constitución pero también libremente participar en las instituciones del Estado para seguir poniendo el cazo, son, ya ven, los demócratas y no los casi 300 parlamentarios que aplaudieron a la futura Jefa de Estado tras someterse a una jura para defender lo que los españoles han decidido. Pero el problema no es tanto de quienes deciden boicotear las instituciones del Estado, que son una flagrante minoría, sino en quienes descaradamente apuestan por ellos blanqueando su comportamiento antidemocrático y aupándoles a cogobernar con ellos sin exigirles ni siquiera que se arrepientan de su proceder totalitario. Por eso es reprochable que Sánchez, como Presidente del Ejecutivo, a pesar de que Moncloa dijera que daba “mucha importancia” al solemne acto de jura de la Constitución por parte de Leonor, estuviera reticente a posar con ella como señala el protocolo y peor aún que asegurara “lealtad del Gobierno” cuando tres de sus ministros y sus socios cargaban contra la Corona y contra la Constitución, sin que él dijera ni “mú” al respecto, seguramente para garantizarse una investidura indeseable, pues aunque argumenta que es la única vía posible para que haya gobierno (según él progresista con semejantes mimbres totalitarias), no es cierto ya que en democracia siempre cabe, ante la duda, acudir al pueblo para que en las urnas despeje el panorama. Ese pueblo que, según NCReport, confía en Leonor como futura Reina, pues el 70´4% de encuestados cree que reúne las cualidades para asumir la Jefatura del Estado, el 62´4% considera que la Corona cumple con su función y el 69´7% que traslada una imagen de modernidad….ya ven, los demócratas y modernos de toda la vida son los ausentes en el acto de jura de la Constitución, a la que ni respetan ni acatan, pero que encuentran al Presidente de Gobierno como el tonto útil para consolidar y seguir avanzando hacia sus fines a costa de lo que sea.

            En efecto, coincidiendo temporalmente con la ejemplar jura de Leonor en el Parlamento, Sánchez envía a Bruselas a su Secretario de Organización, Santos Cerdán, para que preste pleitesía al prófugo Puigdemont a cambio de que éste apoye la investidura y tras tan humillante acto ambas formaciones, PSOE y Junts, manifiestan que la negociación “avanza en la buena dirección”, mientras Sánchez escribe a los militantes que ahora (antes no) la amnistía es “el camino correcto”. Con este encuentro público Cerdán-Puigdemont, exigido por el prófugo para humillar al Gobierno y al Estado español, se culmina un ..... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario