miércoles, 29 de noviembre de 2023

TODO POR LA UNIDAD, LA COHESIÓN Y LA CONVIVENCIA

                         Sánchez defiende ahora la amnistía para lograr “un país más unido, cohesionado y con más convivencia” y añade que “la derecha se ha dejado parasitar por el discurso del odio de la extrema derecha”, mientras asegura que él es el dique de contención frente a la ultraderecha en Europa (ya no sólo del muro contra media España, sino también de más de media Europa). Sin entrar en indagar sobre de quien se ha parasitado él y su PSOE, se trata de argumentos de Sánchez para justificar lo injustificable, pues nadie entiende, ni puede entender, que la unidad, la cohesión y la convivencia en España se puede conseguir pactando precisamente con quienes atentan contra esa unidad, esa cohesión y esa convivencia entre todos los españoles, sino al contrario, ya que apuestan por largarse de España, romper la cohesión entre los diversos territorios de España y boicotear la convivencia entre los españoles, salvo que se refiera Sánchez a la unidad, cohesión y convivencia sólo de lo que quede a los españoles después de haberse independizado de España aquellos territorios que apuesten por formar otros Estados independientes y que España quede reducida a la mínima expresión sin, de momento, Cataluña y País Vasco, que llevan siglos, junto al resto de territorios de España, construyendo el actual Estado de Derecho español, configurado en nuestra vigente Constitución de 1978. Pero si es eso lo que pretende Sánchez, debe decirlo claramente, ya que si esos objetivos se refieren a la España actual, es imposible que se lleven a cabo, salvo que se refiera a un milagro, cuando ni ha exigido a quienes pretenden lo contrario, una renuncia expresa a la secesión de sus territorios, ni un arrepentimiento ni promesa de que no lo intentarán de forma unilateral, como hicieron con el procés, ni nada de nada que apunte en la dirección de potenciar la unidad de España, contemplada en la Constitución, ni de cohesionar el Estado con una mayor convivencia entre españoles iguales, tal como exige la Carta Magna, dado que sus exigencias son, por el contario, que haya españoles desiguales, de primera y de segunda,….y, en caso contrario, rompemos la baraja. Es lo que hay, y no lo que Sánchez dice que hay, cuando defiende e incluso alaba la sorpresiva amnistía que pretende regalar a los delincuentes secesionistas cediendo a todas sus exigencias, con el único objetivo de que sigan apoyándole al frente del Gobierno de España, para mayor estupor de una ciudadanía cada vez más amenazada en sus derechos fundamentales. Y si para ello hay que desprestigiar la trayectoria del PSOE y su indiscutible compromiso constitucional en la época de Felipe González se desprestigia y punto, denigrando a sus dirigentes más constitucionalistas y alabando a aquellos que, como Zapatero, iniciaron estas políticas de dudosa constitucionalidad, elevándole a los altares del nuevo PSOE tras más de una década de ostracismo y se le pone en primer plano para reivindicar su legado, que le llevó a ser el peor presidente de toda la democracia, pero que ahora la trayectoria de Sánchez le va a quitar ese honor. Dice Nuno Melo, eurodiputado portugués y ponente del PPE (por no citar a los líderes del PP español, tachados de fachas) que “intentaremos que la directiva anticorrupción de la UE prohíba esta amnistía” mientras negocia una enmienda para que no se pueda perdonar la malversación (delito cuyas penas han sido rebajadas por el presidente Sánchez), porque “la Justicia no puede ser manipulada por intereses personales” y añade como precedente que “la Comisión estuvo en contra de la amnistía de Rumanía de 2019”, mientras el PP de Feijóo espera que la UE fuerce, al menos, una consulta sobre la amnistía (tal como hizo Felipe González con el asunto de la OTAN) y siguiendo el modelo de Rumanía exija un referéndum para que todos los españoles decidan al respecto.

            Entretanto, la nueva coalición de Gobierno sanchista, menos tensionada que la anterior, pero con más frentes abiertos con Sumar y sus luchas internas (la relación con la plataforma de Díaz no es tan beligerante como con la de Podemos, que sí es beligerante ahora con Yolanda), sigue a lo suyo con un Gobierno que mantiene el secretismo sobre los verificadores  internacionales que les impone Junts, dado que el PSOE de Sánchez decreta silencio absoluto para que no se sepa quién es el relator que le impone el prófugo Puigdemont y en plenas dudas sobre la “validez” del informe de la amnistía, ya que los letrados cuestionan el documento de los servicios jurídicos que avala el trámite en el Congreso por ocultar a sus autores, mientras el nuevo Secretario General asume la polémica nota aunque reconoce que se ha elaborado con más gente. Como ven, transparencia a raudales por todas partes. Por cierto, hablando de...... (sigue leyendo en Blog Mi punto de vista, http://jorgecremades.blogspot.com.es/).  

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